jueves, 14 de junio de 2018

En caso de necesitar una biblioteca, consulta WhatsApp

En pleno siglo XXI podemos encontrar soluciones tecnológicas para casi todas nuestras necesidades. Existen aplicaciones que nos ayudan a mantenernos hidratados, sacar a pasear al perro, tener en orden nuestra lista de pendientes y compras, calendarios para nuestra agenda social… en fin. Lo que llama la atención de este caso que se desarrolla es el uso de WhatsApp para satisfacer las necesidades de la información, ofreciendo los servicios de una biblioteca especializada creada y gestionada por un grupo de personas interesadas en compartir recursos de información relacionada a su formación profesional. Si te interesa conocer sobre las “Biblio-WhatsApp”, sigue leyendo esta entrada.

NOTA: Por cuestiones institucionales, no se me permite utilizar el nombre de la organización en la que se observó el caso presentado, por lo que se identificará a la misma como la “organización a”. Mismo caso con el nombre del grupo de WhatsApp al que hago mención, por lo que agradeceré su comprensión y en caso de tener algún interés en obtener más información, favor de enviar un correo a aprendizbiblios@gmail.com. Gracias por su atención y continúo con la entrada.



Aprovechando los recursos: mi primera “Biblio-WhatsApp”

Durante unas actividades de voluntariado en la “organización a”, ingresé a un grupo de WhatsApp creado para intercambiar recursos de información especializados en la formación de Técnicos de Urgencias Médicas (conocidos también como TUMS), capacitación en primeros auxilios, prevención en riesgos y otras temáticas relacionadas con seguridad, prevención y salud en el entorno laboral y cotidiano, etc. Le decían el grupo “Biblioteca”.

El hecho de que exista una biblioteca que ofrecía servicios de información a usuarios a través de WhatsApp resultaba muy atractivo para investigar cómo funcionaba y si realmente se le podía considerar como una biblioteca. Así que se solicitó el ingreso y se observó su dinámica por un tiempo.

Al acercarse a la comunidad de usuarios, está se conformaba de diversos usuarios con distintas profesiones, edades y un conjunto de necesidades de información muy especializadas para la formación de profesionales que se dedican a una labor muy específica del sector salud. El reglamento es sencillo, a continuación, te presento los puntos más importantes:


  • Presentarte con una reseña de tu experiencia y una fotografía de identificación
  • Sólo puedes realizar contribuciones relacionados a las temáticas enlistadas
  • Prohibido el envío de mensajes que no estén relacionados a la temática del grupo o con contenido inapropiado
  • Respeto a los miembros de la comunidad y discreción con sus datos personales. Cero tolerancia al acoso y a los ataques entre miembros.
  • Envío de propuestas de mejora (que ya estoy trabajando en una para también experimentar con este increíble modelo)
  • Verificación de las fuentes de información que se envían

Desde ese día, he leído varias de las fuentes de información y comentarios que enviaba dicha comunidad formada por más de cien participantes y en sí, el grupo funciona gracias a sus integrantes y administradores que lo gestionan. Tomando en cuenta los conceptos enseñados durante mi formación, se puede decir que de forma muy básica este grupo de WhatsApp cumple con algunas misiones que caracterizan a una biblioteca especializada.

Esta Biblio-WhatsApp recoge, desarrolla y difunde información relativa a un grupo de temáticas afines, cuya colección se centra en un área concreta, la capacitación y formación de profesionales dedicados a ser primeros respondientes, técnicos en urgencias médicas o paramédicos, especialistas en seguridad y prevención de riesgos, entre otras profesiones. Ofrece servicios a usuarios interesados en estas profesiones y proporciona información especializada a ellos. Y todo de forma gratuita, ya que su modelo de servicio se sustenta de la siguiente forma.

Una vez que eres miembro en el grupo, puedes acceder a los materiales que vayan cargando los miembros, sea por solicitud en particular o porque uno cree que puede ser información útil para la comunidad. Conforme ves los títulos, si uno te llama la atención puedes descargarlo y almacenarlo en tu dispositivo, y no sólo hablamos de libros, también hay infografías, sitios web, artículos, manuales, presentaciones power point, etc. Sin costo y al alcance de tu mano, cuentas con un grupo de personas que recopila información con sus propios medios de sus entornos laborales y la comparten con el grupo.

Esto representa una gran ventaja ya que dentro de tu dispositivo móvil cuentas con una biblioteca especializada, comunitaria y totalmente digital. Además, cuentas con servicio personalizado, ya que al lanzar tu una solicitud de información al menos obtienes un recurso que puede apoyarte a satisfacer tus necesidades y si no se encuentra el recurso, surgen propuestas o recursos alternos que te apoyan en tu formación. Pero he aquí en salto la curiosidad profesional, así que me puse a investigar de casos similares (también con la intención de presentar una propuesta de mejora para el mismo grupo) y encontré lo siguiente.

Aplicaciones de WhatsApp en servicios de información

Anil Kumar presentó una conferencia en Delhi en abril del 2015 y habló sobre el uso de Smartphones en los servicios de biblioteca, específicamente en los servicios de referencia. En dicho documento, él habla que la aplicación fundada en el 2009 por Brian Acton y por Jan Koum puede ser muy útil para brindar servicios que satisfagan las necesidades de información de los diversos usuarios, ya que permite:


  • Acceso a nuevos servicios desde un dispositivo móvil
  • Provee la información más actualizada
  • Permite la conexión entre institución y usuario a través de un nuevo medio

De acuerdo con el artículo, muchos países han utilizado WhatsApp para brindar servicios bibliotecarios, ya que permite la comunicación con los usuarios a través de la aplicación, un caso reconocido es el de la Universidad de Hong Kong que tiene su servicio “WhatsApp a Librarian” que busca conectar al usuario con el bibliotecario de forma directa. Además, permite la oportunidad de servir a varios usuarios a la vez con la creación de grupos. Incluso Kumar realizó una dinámica durante su participación, creando el grupo “Grey to Green” (nombre del evento) en el que invito a profesionales interesados en obtener información sobre dicho evento. También describió una lista de servicios que se pueden ofrecer a través del smartphone, como:


  • Acceso a una colección de audio libros para su descarga
  • Acceso a información de cualquier parte a cualquier momento
  • Comunicaciones móviles que permiten a los bibliotecarios ofrecer servicios o contenido basados a través de un posicionamiento de sistema GPS. Ya que pueden guiar a los usuarios a la ubicación exacta en la que pueden conseguir el documento o el servicio a través de mapas y herramientas de navegación.
  • Entrega de documentos y ahorro de tiempo a la hora de solicitar o visitar diferentes bibliotecas, ya que permite la comunicación interbibliotecaria y ofrecer servicios a usuarios remotos.
  • Servicios personalizados que apoyen a los usuarios a hacer uso de la biblioteca o interactuar con el personal para buscar referencias o información fuera de su alcance físico.
  • Ahorro de tiempo para el usuario en trámites bibliotecarios de préstamo y recuperación de información.

Algunos de los servicios que ya se están ofreciendo son: servicio de préstamo bibliotecario vía móvil, noticias y eventos, sugerencia o solicitud de adquisición de material, audio-tour, pre visualización de nuevos títulos, servicios de imágenes, investigación consultiva o instruccional, búsqueda por catálogo, servicio de referencia y búsqueda de publicaciones periódicas.

Biblio-WhatsApp en el mundo de las profesiones

De acuerdo con Julián Marquina, el servicio de bibliotecas a través de WhatsApp comenzó en el 2015 en la mayoría de las bibliotecas españolas y destaca principalmente el caso de la Universidad de Cádiz que provee este servicio a 600 usuarios. Menciona otras universidades, pero en sí comenta que los servicios que ofrecen se reduce a: información sobre servicios y actividades, información bibliográfica básica, información sobre recursos, información general, alta a noticias y club de lectura. Consultas complejas y otros trámites se deben llevar a cabo por correo electrónico o de forma presencial. Sin embargo, el uso de WhatsApp reduce los tiempos de respuesta y además impulsa las estrategias de difusión de la biblioteca.

Macías comenta que esta aplicación se convierte en un canal de comunicación válido para el intercambio de información y como complemento de los servicios bibliotecarios antes mencionados. Sin embargo, recomienda que este uso de herramientas se emplee en comunidades pequeñas y no en grandes bibliotecas ya que la falta de configuración específica no cubre el alcance que éstas tienen. Aunque sí realiza una invitación (citando a Julián Marquina) para utilizar WhatsApp en la estrategia de comunicación de la biblioteca con el uso de listas de difusión, servicio de referencia digital, clubes de lectura, etcétera.

Incluso resulta muy interesante ver las búsquedas que arroja Google al escribir “bibliotecas WhatsApp” ya que aparecen ciertas páginas que ofrecen el servicio de biblioteca a través de esta aplicación (la mayoría de España). Sin embargo, si escribimos “bibliotecas WhatsApp en México”, el resultado no es exactamente lo que esperas y hasta ahora, con base en la información que se analizó, no hay evidencia de que este servicio esté disponible en bibliotecas de nuestro país, pero esto será tema de investigación para otro momento.

Comparando y concluyendo. Ventajas y desventajas de las “Biblio-WhatsApp”


Con base en la información recopilada, se puede observar lo siguiente. El grupo de WhatsApp que se comentó al principio tiene el objetivo de satisfacer las necesidades de información de un grupo específico de usuarios y difundir estos recursos dentro de su propia comunidad. Todos los miembros desempeñan el papel de bibliotecarios y usuarios lo que puede generar cierta controversia entre los profesionales de la información, ya que es difícil lograr el reconocimiento de nuestra profesión y aunque ésta dinámica en sí no trabaja acorde a lo que es efectivo o correcto, cabe destacar que es funcional. El resultado es que un grupo de personas se auto-organizó y creó un medio para el intercambio y acceso a recursos de información en temáticas específicas, es decir, una biblioteca digital especializada.

Las desventajas que presenta son: la falta de un filtro o un indicador de fiabilidad de la información que se ofrece, ya que se requiere cierta capacitación para poder depurar la información útil de la que no lo es, tomando en cuenta que las publicaciones en materia de salud deben ser menores a diez años para ser consideradas como información actualizada; el potencial riesgo que presenta a los derechos de autor, puesto que al compartir la información no se le da importancia a dar el reconocimiento a los creadores del contenido aunque cabe destacar que muchos de los usuarios no utilizan esta información para realizar trabajos académicos, sino como un servicio informativo; por último, la falta de preservación y de un sistema de organización documental que permita a los usuarios recuperar lo que ya se ha compartido, impidiendo que el propio grupo tenga una historia o un medio para medir su crecimiento. Otra cosa que es importante mencionar es que muchos de los manuales que se consiguen o se tienen dentro del archivo personal no se pueden disponer o compartir como si fueran contenidos propios (regresando a la parte de los derechos de autor), por lo que se considera una práctica ilegal y esto no se presenta en el reglamento del mismo grupo, lo que puede generar más problemas después.

Sin embargo, esto no debe ser un obstáculo para que este tipo de prácticas se realicen, ya que puede ser la solución para varias comunidades y usuarios que por varias razones no pueden moverse físicamente a los espacios en dónde esta información les pueda ser proporcionada e incluso, puede abrir las puertas para crear espacios que satisfagan necesidades de información muy específicas en un ambiente completamente digital. Se requiere disciplina y una buena planeación, así como un proceso de mejora continua para resolver las desventajas que se comentaron en el párrafo anterior, pero no es imposible y esto representa una oportunidad para que los profesionales de la información trabajen en la construcción de espacios que compartan estas características y que permitan a un usuario (potencial o real) el acercarse a ellos a falta de una biblioteca física a la que puedan acudir.

Y tú, ¿qué opinas sobre las Biblio-WhatsApp?

Eso es todo por el día de hoy, nos leeremos hasta el próximo miércoles y agradezco que leas a esta Aprendiz de la Información

Bibliografía:

Jharotia, Anil. (2015). Use of Smartphone in Library Services with special reference of ‘WhatsApp’ Application. [En línea]. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/279334943_Use_of_Smartphone_in_Library_Services_with_special_reference_of_'WhatsApp'_Application

Macías-Alegre, Adrián. (2017).  “WhatsApp (poco a poco) en la biblioteca.”. Desiderata. vol. 2, (6). pp. 12-13. [En línea]. Disponible en: http://eprints.rclis.org/31953/1/Desiderata-6.pdf

Marquina, Julián. (2016). No muchas bibliotecas aprovechan el potencial de Whatsapp. [En línea]. Disponible en: https://www.julianmarquina.es/no-muchas-bibliotecas-aprovechan-el-potencial-de-whatsapp/

Bibliopos. Las bibliotecas especializadas. Concepto, funciones y servicios. Situación en España. Disponible en: http://www.bibliopos.es/Biblion-A2-Biblioteconomia/05Bibliotecas-especializadas.pdf

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