lunes, 26 de agosto de 2013

Bibliotecología vs Ciencias de la Información. Una Formidable Batalla Epistemológica

Uno de los más grandes problemas que tiene la Bibliotecología en su haber y se ha mencionado como unas mil ocho mil veces en el blog, es el grave problema de identidad que sufre. Esta disciplina es llamada de diferentes maneras tanto a nivel internacional como a nivel nacional y también se ha rasgado un poco el tema en las anteriores entradas. Pero, antes de comenzar a describir esta épica batalla, dejenme contarles la forma en cómo llego este pequeño tema a mi blog bibliotecólogo y sobre todo al ojo del enorme huracán de mi curiosidad.

Como ya sabrán, entré a la Universidad hace unas tres semanas y cada clase me ha dejado con un buen sabor de boca y con ganas de saber más y preguntar más a quienes me enseñan a diario. Una de mis materias favoritas, es mi optativa humanística, Vínculo Bibliotecología-Humanidades. En cuánto leí el programa, supe perfectamente que me ayudaría dentro de mi carrera profesional, porque lo primero que me enamoró de mi carrera, no fueron los libros, ni siquiera la información en sí, fueron los investigadores que vi en el Coloquio y el alto grado de conocimiento que tienen. Al ingresar, tenía tatuada en mi frente:

"PERSONA ALTAMENTE CURIOSA ¡ENSEÑE CON CUIDADO!"
Y por desgracia (o fortuna, aún no se sabe lo fatal que resulta esta decisión), en el momento perfecto y con las personas correctas, surgió esa necesidad de averiguar y convivir más por aquellos lares del piso Trece de la Torre de Humanidades II. Así fue como por azares del destino, que en mi primer semestre decidí ser investigadora.... No puedo decir que ahora es un sueño olvidado, pero sí puedo decir que mi forma de alcanzar ese pequeño objetivo ya no es un mapa recto. He tenido tantas experiencias en el campo laboral y en el sector educativo que quiero mantenerme entre estos dos mundos y observar mejor TODO el contexto que lo envuelve. 

Verán, no sólo la Bibliotecología está peleada por fundamentos, corrientes o tendencias, tambíen está peleada con la formación educativa (universidad) y la formación profesional (capacitación, etc) Esto se debe, a que la mayoría de los profesionales de la información tienen un serio problema de desactualización. Así que, al final, unos tiran para un lado y otros jalan para el otro y el círculo vicioso continúa. Una vez que expliqué este diminuto detalle que envuelve y estira a la disciplina, incluso a mí me causa conflicto, pero dejemos mis cuestiones personales y volvamos a este pequeño tema de entrada. 

Como iba diciendo, mi optativa ataca directamente estos múltiples problemas epistemológicos que la Bibliotecología viene tratando de resolver desde hace algún tiempo. NO me da las respuestas claras, de hecho, me deja con muchas preguntas sin respuesta , quizás hasta la entrega del trabajo final, en el que tendré que poner nombre, color y área de conocimiento a mi disciplina. 

Empezamos en la optativa con la sencilla definición de conocimiento, epistemología y paradigma. Ahora, que si quieren entrar más a detalle en cómo todo esto se relaciona con la bibliotecología, recomiendo las publicaciones del Dr. Miguel Ángel Rendón, el cual me ayudó mucho a entender estas cuestiones con una sencilla introducción. Más tarde, empezamos a aventurarnos con la fascinante cuestión de las posturas que se formaron entorno a la Bibliotecología y las Ciencias de la Información. Ésta última, suena muy pomposa para mi gusto, pero después de la clase de hoy, cuesta trabajo entender la diferencia entre la Bibliotecología y las Ciencias de la Información, así que le dediqué esta entrada principalmente para empezar a fijarme una postura.

Antecedentes:

Bibliotecología: Inicia a partir del S. XX, con la Revolución Industrial empiezan a surgir bibliotecas especializadas las cuales son parte del desarrollo impactante que la sociedad sufre durante este período. Empieza a surgir como objeto de estudio el "fenómeno bibliotecario", el cual logra tomar más fuerza de tal manera que se empieza a investigar más a fondo al usuario y la forma de sacar adelante y de manera funcional a estos centros de información que trataban al libro y usuario como sus principales objetos de estudio. 

Ciencias de la Información: Una vez que empezó a ver un creciente desarrollo de producción en información y que ésta se fijaba en nuevos soportes, se empezó a creer en la necesidad de tener una "nueva ciencia" la cual no tratara sólo al libro como fuente de información, sino que englobara a todos los soportes habidos y por haber en este mundo. Por lo que Paul Otlet (1868-1944), convencido de esto, comenzó a emplear términos como documento y documentación, otra de sus grandes contribuciones, aparte de propuestas metodológicas tanto para Bibliografía como para Bibliometría. Con este concepto implementado, se empezó a abrir más el universo para la Bibliotecología, con un pequeñisimo problema. 

Se empezaba a ver a la Bibliotecología como obsoleta y poco a poco la Documentación se transformó en una de las más grandes rivales de la Bibliotecología en el área de conocimiento. ¿Por qué la considero una rival para la Bibliotecología? Sinceramente, como bibliotecóloga (o al menos bibliotecóloga en formación) me parece un poco sano fijar mi postura, arraigandome a lo que siempre he considerado mi identidad profesional. No es algo malo realmente, tampoco es algo bueno, pero considerémoslo de esta manera:

"Un sajón y un lombardo, vienen del mismo territorio conocido actualmente como Alemania, a pesar de pertenecer a un mismo territorio y tener ciertas bases generales, se peleaban porque para uno tal cosa era tal cosa y para el otro esa cosa era esa cosa. Al final, no podían reconocerse como lo mismo porque se arraigan a posturas diferentes. Regresando a nuestro caso, estas posturas son diferentes en los nombres, en las herramientas y enfoques en los que se construyeron y por lo tanto, aunque vengan del mismo territorio, simplemente les es imposible reconocerse como tal."

Siempre que una corriente vieja choca con la nueva, se crea una ruptura y al volver a tratar de instaurar un flujo continuo, se crea una nueva forma de alcanzar el verdadero conocimiento, el verdadero enfoque de la realidad. Una vez que observamos esta ruptura, vamos a entrar a las diferencias básicas. 

Las Ciencias de la Información tiene una fijación y fascinación por entender a la Información, su flujo, su organización, su manejo y sobre todo su estructura y forma de recuperación. Utiliza las nuevas tecnologías para poder lograr estos objetivos, por lo que tiene un enfoque primordialmente práctico. La Bibliotecología no está tan lejos de la practica, pero si tiene cierta resistencia, porque no sólo se ocupa de la Información, se ocupa del usuario, el impacto en la sociedad, el cuidado y el ahorro de tiempo para el usuario. Aquí muestro dos diferencias fundamentales, objeto de estudio y forma de acercarse a él. Además la Bibliotecología reconoce en el usuario como un ente individual y que utiliza la información, sin el factor de negocio como intermediario, mientras que las Ciencias de la información lo ven como un cliente al cual hay que darle Información. El Bibliotecólogo es parte, aunque sea pequeña de la formación del usuario, mientras que las Ciencias son sólo las herramientas para hacerle llegar la información. 

Otro punto importante, es la falta de teoría general que tiene las Ciencias de la Información. Mi maestra nos recuerda siempre que la TECNOLOGÍA no es CIENCIA, por lo que carece de esa fundamentación que la Bibliotecología sí tiene, al menos de manera vaga, pero la tiene. 

Entonces, ¿cómo quedamos al final? Ciertamente, las Ciencias de la Información han abierto un amplio campo conceptual por utilizar la palabra documento, pero también ( e incluso me encantó este ejemplo de mi maestra), por mucho que TODOS piensen que ser Bibliotecólogo es dedicarse a las bibliotecas y en especial a los libros, cabe mencionar que las RCA2 utilizan todo tipo de capitulos para cada soporte y todos son Bibliotecólogos. Así que ¿Dónde yace la verdadera diferencia? ¿En el usuario? ¿en la práctica? No hay teoría tan fuerte en ninguna de las dos posturas, ¿cómo entonces nombrar a una mejor o más completa que la otra? Falta mucho por investigar, por raspar con ese fragmento de corteza cerebral que puede crear algo intangible para después aplicarlo a la realidad y solucionar problemas con ello, logrando volver esos pensamientos intangibles en teorías hechas y derechas que permitan estar más cerca de una realidad universal. 

Dejando eso de lado, comenzaré explicando el cómo se trata de ubicar a estas dos fieras competidoras. Estos lugares, si así podemos llamarlos son: Subordinación, Exclusión e Inclusión.

En la Subordinación se ve a las Ciencias de la Información como las Ciencias Naturales y a la Bibliotecología como la Zoología o la Botánica. Es decir, la Bibliotecología está subordinada a las Ciencias de la Información y a mi parecer, esta postura es inadecuada, esto es por las preguntas mencionadas en el párrafo anterior. La Exclusión las vuelve como áreas de conocimiento totalmente independientes, y repitiendo mi parecer, esto queda inadecuado porque ambos a pesar de tener diferentes enfoques tienen en común un objeto de estudio, la información. En cuyo caso, la Inclusión me parece la más pertinente, porque dice que pueden estar en un único espacio, quizás colaborando una con la otra hasta que surjan suficientes leyes como para unificarlas todas, como al final resultó con el territorio germánico (risas).

Al final, es cuestión de cómo se va construyendo y que queremos dejar para nuestra profesión. Se necesita de esa dedicación y coraje para delimitar lo que nuestra disciplina trabaja y estudia, porque sin ello, nos topamos con estos problemas que ahora afectan a nuestra imagen social. Los problemas epistemológicos, sí, son una lata, pero son necesarios en orden de poder tener claro al menos una visión y con ello un objetivo. Aparte, que se necesita más coraje para bajarse aunque sea poquito de estas posturas y lograr construir y no sólo decir discursos bonitos (cómo esta servidora se atreve a hacer en el blog). Mi maestra tiene mucha razón, hay que tomar lo que se necesita, pero no por ello hay que llenarnos de toda su esencia, porque entonces ¿qué será de nosotros?.

Si dejamos que los informáticos nos absorban, pronto tal vez nos llamen "Informatólogos" y entonces, ¿qué pasará con esa bonita imagen de "caja de libros"? La Bibliotecología, creo yo, decidió preservar ese nombre porque durante milenios se le conoció como fuente de información a los libros, a su casa se le conoció biblioteca y a su cuidador bibliotecario, sea cual sea la cultura que sea, se refleja como una constante y es reflejo de lo mucho que nuestra disciplina ha crecido. Es una identidad y con el tiempo los mismos bibliotecólogos son los que definen si se queda así o cambia a algo más. 

Disculpen la pérdida gradual de objetividad, pero quería cerrar esta entrada con esa pequeña espinita llamada "duda". Piensen, lectores ¿quiénes somos? Por mi parte, sólo soy una aprendiz, una devota y activa aprendiz bibliotecóloga. 

Gracias por leer a una devota, activa y curiosa aprendiz, bibliotecóloga y estudiosa de la información.





lunes, 12 de agosto de 2013

Mi biografía de Lectora (Inspirada por la clase de Lecturas, lectores y bibliotecas)

Buenas noches lectores aprendices, espero que estas semanas hayan tenido muy buenas experiencias todos aquellos que ya ingresaron a su institución de educación media superior y educación superior, les deseo realmente una excelente semana y que la disfruten plenamente. 

Como ya saben, estoy comenzando clases en el Colegio de Bibliotecología de la UNAM, el cual tiene entre sus materias: Lectura, Lectores y Bibliotecas, esta materia según el plan de estudios tiene como objetivo elaborar propuestas que involucren a la biblioteca en la socialización de la lectura, la formación de prácticas lectoras y la promoción de la lectura para diferentes usos educativos, informativos y de esparcimiento, en función de la comprensión de la lectura y los factores sociales, culturales, políticos, económicos y tecnológicos de la sociedad. Después de leer este pequeño objetivo, pasaré a hablar de la clase, la cual recibí con mucha emoción porque la maestra que la impartía, me cautivó bastante en la Mesa de Percepciones sobre género en la disciplina bibliotecológica, la cual se mencionó en este mismo blog el martes 19 de marzo del presente año. Así es, estoy hablando de la Dra. Elsa Ramírez Leyva. 

Mi primera clase con la Dra. fue el siete de agosto del 2013 y me sorprendió mucho los proyectos que pidió para la evaluación, que consistían en un proyecto de alfabetización, la creación de un libro-arte objeto y un proyecto de formación de lectura, aparte de las tareas, videos y demás materiales que ofrece para complementar todo lo aprendido en clase. Obviamente (y perdonen que pierda la objetividad y un poco la imparcialidad que tenia antes, pero realmente me gustó mucho su clase) me quedé fascinada con toda esta versatilidad en la forma de enseñanza y fue más ameno para mí esta clase de cuatro horas. Aparte, la última hora nos ofrece un pequeño taller de teatro, el cual, de acuerdo a la Dra. nos abrirá más en la expresión corporal que es muy importante a la hora de presentarse ante un público y presentar un trabajo, sea cual sea la edad del público. El buen sabor de boca que me dejo esta clase sigue hasta este día, por la tarea que nos dejó, el escribir nuestra biografía lectora. ¿Cómo empezamos a ser lectores? ¿Cuál fue nuestra formación? 

Entusiasmada por esta tarea, decidí hacer mi pequeño boceto aquí, el cual al final tiene que transformarse en tres páginas mínimo, para considerarse una tarea aceptable. Empezaré primero con mis observaciones seguidas de pequeñas complementaciones por parte de familia y amigos. Espero que la disfruten.

Veamos, la primera vez que recuerdo haber visto un libro por mi cuenta, fue a los 2 años, en la biblioteca de mis abuelos maternos, que más parecía un pequeño almacén de objetos interesantes y de diversas formas, la biblioteca de mis abuelos estaba llena de volúmenes inmensos, pequeños, colecciones de clásicos y libros con anatomía y demás modelos matemáticos. Aún conservan la mayoría de sus libros, lo cual me agrada mucho. En sí, pasaba horas jugando a mi escena favorita de la película La Bella y la Bestia, cuando Bella llega a la biblioteca para pedir un nuevo libro, y bueno ya saben lo demás. Agarraba una pequeña canasta y tomaba tal o cual libro, porque después iría a "leerlos" a un rincón. Quizás una de las razones por las que me encantaba encerrarme en ese cuarto enorme, era porque todo objeto ahí, era fascinante para mí. Toda una aventura, algo que no sabía que era, pero tenía una forma interesante, entre esos estaban los libros. Siempre los traté como objetos, y jamás me dijeron que no debía tocarlos porque se podían romper o porque no sabía que hacer con ellos, y nunca intenté meterlo en mi boca ni nada de eso. Me encantaba su olor, cada libro olía de distinta manera, se veía de distinta manera, incluso se sentía de distinta manera. Y mi máma siempre sufría las de Caín, porque no me encontraba en ningún lado de la casa de mis abuelos, hasta que me veía divertida jugando sola en ese cuarto que siempre me encantó. Siempre le decía a mis abuelos si me dejaban jugar en la biblioteca y soñaba que era mi propia historia de la Bella y la Bestia. Me parece curioso que una de mis mayores pasiones y placeres haya surgido por otra pasión y placer, la animación. Tenía pocos años, cuando empecé a leer, en parte también ayudo a que mis papás me saturaran de pequeños libros que Selector publicó, llenos de historias clásicas y muy bonitas, también me leían en la noche, pero honestamente el mejor recuerdo y el que más me ayudó a sumergirme en este mar de lecturas, fue la biblioteca de mis abuelos maternos. 

Cuando entré al kinder, simplemente pensaba en jugar y jugar en la escuela, pero en mi casa era presa de esos minicuentos y demás libros que mis padres compraban, entre ellos uno especial para niños que hablaba de educación sexual. Sinceramente esos libros me gustaban muchos por los dibujos que tenían, y los releía y releía, bueno, simplemente observaba las imágenes y me gustaba. Así que mis padres nunca tuvieron ese pánico, porque jamás les pregunté de donde venían los bebés. Siempre hubo esa libertad para mí, así que devoraba de todo. Los paquetes de libros que daban al entrar a la primaria fueron una salvación, porque todos los cuentos de los libros SEP me gustaban mucho y aparte daban libros de otras editoriales que me encantaban porque estaban llenos de historias chistosas, como "El vampiro vegetariano", "Hotel Monstruo" (uno de mis favoritos), todos los cuentos de hadas y las obras de Selector que ya había mencionado, un libro que marcó mi infancia, bueno realmente fueron dos, "La chistera maravillosa" de Cristina Pacheco y el libro del "Señor Felix Féliz". Las historias de los libros SEP, me gustaban mucho porque tenían dibujos. Y siempre fue una constante, los dibujos me encantaban. La animación y todo su proceso era mi más grande amor, así que los libros con imágenes eran de mis favoritos. Después en los años siguientes me aventuré a los libros sin imágenes, esos libros que uno tacharía de grises. Reconocía fácilmente las letras y entonces me ponía a leer y a leer sola en mi cuarto, aunque no recuerdo exactamente que libros eran los que leía, empecé a tener más imágenes en mi cabeza y no enfrente de mis ojos. Así que todo lo que llegaba a mí, lo leía, sin criterio, sin ambiciones, sólo quería tener más imágenes en mi cabeza. Y comencé a leer novelas cortas, como el "Reino embrujado", entre otros, los paquetes de libros fueron mi salvación, todo lo que llegaba a mí, lo engullía y después lo volvía a engullir para agregar tal o cual elemento a esta escena y así me la pasaba releyendo y releyendo los libros que tenía. En mi escuela, realizaban cada año un concurso de poesía, así que tuve la mala fortuna que el año en que ingresé empezó a pasarse al frente a las personas para recitar sus poemas. Era pésima para hablar en público, tenia muchos problemas para socializar y volverme parte de un grupo, así que hice una verdadera vergüenza para ese año. Pero al año siguiente, una maestra que me consentía demasiado, me dio unas hojas con poemas y quería que yo misma recitara y ganara el concurso de ese año, ¿la razón de tal reto y locura por parte de mi maestra? Años después me enterare  que fue por mis canciones y la poca pena que me daba el cantar. Verán, la música es una gran forma de expresarme y siempre me ha gustado cantar, se me va la pena y todo cuando canto, me siento libre y puedo hacer lo que yo quiera. Mi maestra me escuchó cantar, pero no podía conectar con que no me diera pena cantar y si hablar en público y hacer amigos. Así que, el reto de ese año era que dejara de lado mis penas y temores y que aprovechara esa capacidad de usar la música para expresar lo que leía, porque al cantar memorizaba todas mis lecciones (suena loco, pero de veras que sí pongo más atención si tan sólo escucho) Así que elegí el poemas más triste que he leído, el de "La Muñeca" y gané el concurso enfrente de 500 asistentes al teatro que estaba justo a lado de mi escuela. A partir de ahí, comencé a leer en voz alta con un muy querido amigo mío, el me ayudó mucho a contar las historias con las manos, aunque ahora no recuerdo bien cómo usar el lenguaje de los sordomudos, me ayudó a soltar mis gestos. Mi amigo, no era sordomudo cabe aclarar, tenia un primo que lo era y desde pequeños a los dos los educaron de la misma manera, cuando vi a mi amigo platicar con su primo me gustó mucho, así que le pedí que me enseñara. El trato fue el siguiente, la lengua de señas me la enseñaría si todos los recreos le leía en voz alta a él. Y así fui aprendiendo a leer a los gestos. Fue muy fácil al principio, porque solo debía observar, pero cuando me tocaba contestar, ahí me tocaba el embrollo, no tenia esa facilidad para moverme y mi amigo me fue soltando, formándome como una experta cuenta cuentos. Pronto, empecé a desenvolverme en el teatro, donde la memorización de textos y guiones era fundamental, me gustaba, porque era combinar varias capacidades como la memoria, el movimiento y sobre todo la concentración. 

Después pasé a leer publicaciones seriadas, porque mi mamá compró muchas revistas de dibujo, para que mis ganas de dibujar no se quedaran en el aire. Así que empecé a leer muchas, pero muchas revistas de dibujo. Cuando cumplí doce años, estaba iniciada en leer a las manos, las proporciones e imágenes que me daba mi entorno para plasmarlas en papel y los sonidos que me permitían cantar, además de tener una buena idea de cómo atraer audiencia usando mi cuerpo y una buena historia para contar. Por esos años, estaba a punto de cursar la secundaria, así que comencé a leer obras un poco más serias, si se le pueden decir así. Oscar Wilde y Edgar Allan Poe se volvieron una constante, en especial "El Fantasma de Canterville", también entré un poco al mundo de los comic´s. Pero en sí, las novelas largas comenzaron a llamar mi atención y sobre todo los poemas. 

Por ahora, creo que será mejor dar por terminada esta entrada, pues efectivamente, podría llenar cinco hojas sin dificultad. Y esta entrada si se hace más extensa, perderá mucho de su esencia y eso es algo que no me agradaría. Sobre todo porque me está gustando muchísimo como está quedando esta tarea. Si aún quieren llegar a saber más sobre mi biografía de lectora, con gusto publicaré más adelante el resto de esta entrada. Sin embargo, el continuar ahora, sería un abuso para ustedes jóvenes aprendices. 

Así que, con estas lineas me despido. Gracias por leer a esta aprendiz de la información. Bonita noche.

lunes, 5 de agosto de 2013

Nuevo Nivel: Que comience el nuevo semestre

Bueno, cómo todos ya se han de haber enterado, acaban de iniciar actividades la mayoría de las instituciones de educación media superior y superior, por lo que antes de empezar esta entrada, felicito a todos los que tuvieron una oportunidad para estudiar y seguir adelante con los estudios. Algo que siempre me ha chocado mucho al entrar en estas escuelas, es el honor que se nos pone en la cabeza por sólo haber entrado, el hecho de haber pasado un examen, te pone en una posición privilegiada. Ciertamente, hay que reconocer el esfuerzo, pero también hay que reconocer que hay mucho por recorrer y que son muchos los tropiezos, las caídas y logros para poder realmente llegar a ese lugar privilegiado, ser profesionales, ser personas que luchen por ser los mejores en su profesión u oficio, sea cual sea y con ello lograr la responsabilidad social que cada profesión tiene. 

Con lo anterior como introducción, espero que esta entrada sea de su agrado.

En este semestre, tomé como materia optativa "Vínculo Bibliotecología-Humanidades", me atrajo muchísimo la materia porque en el plan de estudios hablaba sobre la construcción de la ciencia. La materia no me decepciono en ningún sentido, mucha bibliografía, una maestra entusiasta y aunque sólo hay once alumnos inscritos y seis fueron los que asistieron, estoy muy entusiasmada con esta materia porque es parte de un peldaño arriba para mi objetivo de desarrollar más esta disciplina dentro de las áreas del conocimiento. 

Esta sera una minientrada, más que nada para poder sacarme todas esas experiencias bonitas que compartí el día de hoy, de forma presencial y no presencial, con cada una de las personas que me ayudaron a crecer durante un año. Es una minientrada súper optimista y siendo muy, muy entusiasta, podría considerarla un tanto inspiradora. Me han dicho mucho que puedo transmitir fácilmente lo que siento a tráves de acciones, palabras y pequeños gestos, me halaga mucho que digan eso de mí y sobre todo que lo compartan conmigo de esa manera. El día de hoy, vi a mis queridos compañeros crecer, sonreír y ser las maravillosas personas que son, me dio alegría verlos a todos, porque forman parte de algo especial para mí. Incluso con los que no son tan cercanos a mí o que simplemente no tengo un contacto muy afable, sólo puedo desearles mucho ánimo, muchas ganas y sobre todo muchos momentos de sonrisas en este semestre, por la sencilla razón de vivir esta experiencia de Universidad. De veras me quedé con las ganas de darles a todos un muy fuerte abrazo, A TODOS. Otras personas más (las cuales las tengo bien fijas en mi cabecita porque los admiro muchísimo y porque sé que están enfrentando grandes hazañas estudiantiles y de vida) comenzaron también sus estudios de posgrado. Sólo puedo decirles que espero que estén con todas las ganas del mundo y que sí les hace falta, siempre hay aquí una aprendiz que los apoya incondicionalmente y les manda los mejores deseos a ustedes. Y sobre todo, no olvido a los jóvenes aprendices que acaban de ingresar a esta experiencia, espero que hayan tenido un buen día y no duden en acudir a este blog, porque sus dudas no solo los ayudan a ustedes, también ayudan a los demás lectores y sobre todo a mí, como autora.

Este semestre tengo muchos retos, porque tengo que combinar mis labores profesionales, con mis labores estudiantiles y con mis labores personales. Así que perdonen de antemano que no escriba tanto como me gustaría, pero cuando lo haga, lo haré con toda la dedicación y cuidado posible.!!! Sean pacientes!!!


En fin, decidí seguir la misma dinámica que el semestre pasado, el esperar una semana para poder hablar de mis clases y maestros. Espero que puedan leerme la próxima semana. Gracias por leer a esta aprendiz de la información.


¡¡¡¡CHICOS ÁNIMOOOO!!!!




jueves, 1 de agosto de 2013

Prácticas Escolares: El Archivo General del estado de Guanajauto y La Biblioteca Armando Olivares (parte 2)

Antes de empezar, una disculpa por no poder escribir tanto como quisiera, aunque es verdad que mi horario está mucho más organizado que a principios de semestre y esto me permite dedicarme a muchas de las actividades que a mí me gustan, a veces las personas no respetan estos horarios, mucho menos la vida. Por lo que, con el inicio de semestre a la vuelta de la esquina y una reprogramación de horario con trabajos, libros y demás actividades que me permiten crecer, es díficil el tener ese espacio que todo escritor adora, un espacio de convivencia entre sus ideas y el soporte en el que se desean sembrar, cuidar y desarrollar, esperando que lleguen a las personas y produzcan un efecto en ellas. Al menos esto es lo que el arte de escribir me ha dejado. Por lo que, después de esta pequeña reflexión y sincera nota de introducción, empecemos con la entrada del mes (probablemente la única del mes, buuuuuuu).

Continuamos con las memorias y experiencias de esta aprendiz en el Estado de Guanajuato, las cuales deje pendiente, primero, porque estaba saturada de trabajos finales y segundo, porque a veces el dejar que el paso del tiempo haga estragos en la memoria de uno, permite que éste se enfoque y vea sólo lo esencial.

 Al parecer esta visita, me da suficiente material para andar publicando un buen rato, realmente rindió frutos y dejó una profunda huella en mí. Al final, todo lo que vivimos, sentimos y pensamos nos deja algo para poder crecer y desarrollarnos conforme a nuestras decisiones y acciones. Y esta vez, la entrada sobre esta práctica escolar va a describir una de las bibliotecas más bonitas que he visitado dentro del país, la Biblioteca Armando Olivares. Está ubicada cerca de Av. Juárez y puede pasar fácilmente desapercibida porque su fachada es muy sencilla. Me recuerda mucho a esas construcciones burguesas de apariencia sencilla, pero que en su interior contiene un recinto decorado y arreglado con exquisitez, un palacio oculto dentro de un edificio simple. En sí la biblioteca, tiene una estructura de dos pisos con los estantes pegados a las paredes. ¿Recuerdan la biblioteca de la Bella y la Bestia? Los libros todos pegados a la pared y en el centro estaban las mesas para consulta, incluso, muchos opinamos que parecía el interior de una iglesia y no nos equivocamos pues este edificio pertenecía a uno de los muchos conventos de la Ciudad de Guanajuato, que en el momento de quitarle los bienes y propiedades a la Iglesia por las Leyes de Reforma, estos pasaron a ser parte del gobierno y pues ahora, es una biblioteca que pertenece a la Universidad de Guanajuato.

Entramos quince personas junto con la Dra. Silvia Salgado (una excelente Doctora que se ha ganado el aprecio y admiración de muchos alumnos bibliotecólogos por sus grandes conocimientos en libro antiguo) para aprender más sobre este recinto guardián de múltiples textos en distintos idiomas y de diversos temas. Dentro de la biblioteca nos llevaron hasta el final del pasillo, donde había dos salas a los costados, una de ellas guardaba el Fondo Conventual de la Biblioteca y la otra era una sala con una gran mesa en el centro y varias sillas, sobre la mesa había muchos libros que se exhibían bajo una luz tenue, el aire acondicionado estaba algo fuerte así que el cambio de temperatura fue un poco brusco para todos los presentes, pero este clima es perfecto para la conservación de los materiales y eso es una constante en muchas de las bibliotecas que he visitado.

Una vez que todos los compañeros y maestros se sentaron en las sillas, la bibliotecaria nos empezó a explicar el funcionamiento de la Biblioteca, su historia y sus colecciones. Contiene alrededor de 60,000 volúmenes, en diferentes idiomas, tamaños, formas de confección, materiales y temáticas. Realmente una biblioteca revela mucho de las personas que la usan, en este caso la Biblioteca Armando Olivares tenía muchos acervos sobre religión, derecho, geografía e historia. Una colección útil para la Universidad que la cuida. La mayoría de los trabajadores de esta biblioteca, son historiadores y son sólo tres, así es tres personas para este recinto enormeeeee, con mucho material para catalogar, con más material para ubicar en un espacio más amplio y no sólo una simple adaptación de edificio. Estos historiadores realmente tratan de dar su mayo esfuerzo para que estos libros y los usuarios aprovechen este espacio, esfuerzos que son loables pero que por falta de apoyo de diferentes entidades, no se logra mucho avances. Por ejemplo, los libros que tienen un formato mayor al tamaño carta, es decir los que tiene el tamaño de un atlas, están ubicados de una manera bastante curiosa. Acostados sobre su lomo, encajonados entre otros libros más pequeños y la mitad de su largo sobresale del estante. Un libro que ya tiene sus añitos, en esas condiciones probablemente dure menos que estando en un lugar apropiado para su tamaño. Estas y otras pequeñas cosillas surgieron mientras observaba esta Biblioteca.

Los recuerdos ahora son muy difusos, además que la gama de materiales que mostraron era demasiado para examinar en poco tiempo. Por lo que, tuve que enfocarme en lo esencial para poder quitarme las curiosidades más importantes y aún así, no parece suficiente la cantidad de respuestas para la cantidad de preguntas que estaban surgiendo. Realmente hay muchas experiencias que me gustaría contar a detalle, pero a veces, lo que tenemos en la cabeza es diferente a lo que realmente es. Me gustaría mucho que mis compañeros compartieran sobre lo que ahora recuerdan de esa salida en el mes de abril, porque llenarían huequitos que tengo dispersos en ese mapa de recuerdos.

Algo que realmente me sorprendió de esa biblioteca y recuerdo bien, fue su Archivo histórico, su Hemeroteca y su Fototeca (permiso al lector aprendiz para corregirme en caso de no usar el término correcto). Estos tres apartados se encontraban en un cuarto de unos 100 metros cuadrados, con un segundo piso de una cuarta parte del piso de abajo, en el segundo piso estaban las personas encargadas de mantener y cuidar los documentos. Imagínense, ese diminuto espacio para unas 19 personas rodeadas de estantes de libros, archivos y cajas, es como si estuvieran viendo un minilaberinto y las personas son como pequeños balines que por más que tratan simplemente no se acomodan y van en bola por todo el laberinto. A comparación de la Biblioteca, estos tres apartados estaban en una terrible situación de falta de espacio. Incluso el calor humano era demasiado para los únicos dos humidificadores que poseían el Archivo y aunque tenia documentos importantes, muchos no tenían el cuidado adecuado y por lo tanto, estaban en espera de eser catalogados, de tener mantenimiento o de una decisión sobre el uso que se les iba a dar y el espacio que necesitaban.

La falta de recursos y de edificios especializados para ser Bibliotecas, Archivos y Centros de Información, es una realidad y es una pena que los profesionales de la información no puedan hacer nada para poder resolver este tipo de problemas. Hace falta que el profesional de la información no se centre solo en ciertos lugares donde es seguro el trabajo, sino que vaya a buscar otras bibliotecas que andan escondidas en otros estados y que vayan trabajándolas para que sean centros de información confiables, efectivos y útiles para los usuarios.

Creo que por hoy es todo, espero que estén listos para el nuevo semestre todos los alumnos que ingresan a sus carreras, de cualquier institución de educación superior. Por mi parte me retiro, deseándoles lo mejor en este semestre.

Gracias por leer a esta aprendiz de la información, bonita noche.