viernes, 23 de mayo de 2014

Explorando el mundo de la Bibliografía I: Antecedentes, el bibliográfo y la visión.

Cuando se habla de bibliografía, automáticamente nos llegan imágenes que se asocian a dicho término. Por ejemplo, las fuentes consultadas en la realización de un trabajo académico, los libros de referencias sobre determinada temática, incluso nos llega una enorme colección que cumple con ciertos requisitos y que está reunida en un lugar. Pero ¿Realmente es sólo un listado de referencias que está al final de ? Esta herramienta que utilizamos para respaldar nuestras ideas y escritos, es una herramienta muy compleja y espero que esta entrada pueda ayudar a entender al menos las bases y fundamentos de la bibliografía. 

Los inicios de la bibliografía se conocen desde las grandes bibliotecas de Alejandría, Grecia y Roma, los cuales en sus bibliotecas tenían listas de los libros y documentos que contenían en sus centros documentales. Estas listas estaban organizadas de cierta manera, para poder tener mayor control sobre el material que se poseía y también el tener una herramienta fácil a la hora de localizar o saber los elementos de un material determinado. Por lo que la bibliografía era una lista compilada de acuerdo a un conjunto de convenciones. Después en el S. XIX se utilizan métodos clásicos para la crítica del texto, conformados por comentarios veraces y cuidadosos. Además de una selección en cuanto a la editorial y otros elementos que componen el objeto “libro”. 

Aquí es dónde comienza a definirse la bibliografía, que según Figueroa, es la disciplina que ofrece la posibilidad de estudiar los fenómenos que ocurren dentro del universo bibliográfico, al interactuar las entidades bibliográficas entre sí, de manera analítica o crítica (lo que se conoce como bibliografía material), como también de manera enumerativa o sistemática, orientada a la preparación de bibliografías de diverso tipo. En esta definición se describen las labores fundamentales de la bibliografía, las cuales son: descripción, registro, análisis, entre otras.

En la actualidad se considera a la bibliografía como una disciplina que estudia textos bajo formas de conocimiento registradas y sus procesos de transmisión, incluyendo producción. Se extiende como una visión de conjunto de las publicaciones en categorías, las cuales cada una contienen información con ciertas características y que permiten con ello, reunirlas bajo un apartado, por ejemplo, obras de algún autor, sobre un tema específico, editados en un país específico, etc. A diferencia de un catálogo (es importante establecer esta diferencia), una bibliografía trata de dar una perspectiva de un conjunto completo de la literatura en la categoría dónde se establece dicha literatura. También se establece que la bibliografía puede seguir un orden establecido en diferentes maneras, además de ofrecer descripciones en forma de resumen con el contenido de la fuente que se describe.

Entonces la bibliografía pasó de ser una mera lista enumerativa de obras con características específicas a una lista de descripciones que no sólo registra los elementos de la obra que se consulta, sino que también ofrece una idea de su contenido, lo que lo convierte en algo más complejo a la hora de registrarlo y ponerlo a disposición de una comunidad que pueda utilizarlo. Esta forma de registro y de análisis es bastante compleja y también resulta ser muy completa a la hora de buscar información.

A partir de este cambio, en el S. XX la bibliografía comienza a comprender el libro como un objeto, a el texto se le considera fuera del tiempo y surgen una serie de estudios preliminares ante la crítica, se evalúa más el pensamiento, el texto, la representación física, los métodos y las nuevas versiones de escritos que contienen estudios sobre los mismos.

Entonces, la memoria de los mensajes e ideas que se transmiten y el soporte es analizado por varios especialistas, lo que le dio una característica interdisciplinar y un nuevo nivel analítico en el que se aborda con una visión material, enumerativa y autónoma. Sin embargo, a pesar del gran proceso analítico que conlleva el realizar estos trabajos, no hay una normativa total para realizar una bibliografía. Y este aumento en esta disciplina, éste crecimiento le brinda más importancia dentro del mundo de la recuperación y consulta de la información. Por lo que resulta importante para otras disciplinas el conocer al menos las bases de esta disciplina para poder presentar sus fuentes y poder encontrarlas de forma más eficaz.

Ahora, ¿quién ejerce la bibliografía? Es la persona a la cual llamamos bibliógrafo.

En la antigüedad, el bibliógrafo era un erudito en la materia o área de conocimiento que se dedicaba, logrando un nivel de conocimiento y dominio bastante alto, para poder lograr su labor. Por lo que se menciona que se debe ser algo más que el de un bibliógrafo enumerativo que produce y sabe utilizar diversas listas de consulta (Aboyade, 1971. p.1).

Como se mencionó al principio, la bibliografía tiene aspectos que van más allá de la simple tarea de enumerar publicaciones, sino que va desde la bibliografía analítica de la cual deriva la bibliografía descriptiva y la bibliografía textual. Para poder identificar las habilidades, es importante definir la diferencia entre y distinguir estas corrientes. Por ejemplo, en una bibliografía descriptiva, el libro es quien se describe de la forma más completa posible ayudando a los coleccionistas de libros y a los bibliotecarios a identificar los libros que obran en su poder, también permiten al crítico hacer una evaluación precisa del libro que examina. De esta bibliografía descriptiva pasamos a la bibliografía textual que sirve de nexo entre la bibliografía pura y la crítica de textos. Ahora, la bibliografía pura se ocupa del libro como objeto material; en cambio la bibliografía textual se ocupa del aspecto literario del libro.

Hay diferentes perspectivas  en cuanto al uso de bibliografías, según Aboyade, se tienden a considerar la bibliografía primordialmente como una lista de consulta rápida, los estudiosos se ocupan de la reconstrucción del texto.

Sin embargo, lo que se espera es algo más que la conservación de libros como objetos de valor monetario considerable, por lo que el bibliotecario ha de  poseer suficientes conocimientos bibliográficos para evaluar con un criterio propio lo que hay en las bibliografías, de hecho Aboyade dice: “Sólo cuando el bibliotecario sepa cómo el investigador crítico de textos se sirve de su colección de libros raros, no escatimará esfuerzos en seguir publicaciones que pudieran parecerle triviales porque no llamaron la atención de las revistas bibliográficas ni de las bibliografías comerciales.” (Aboyade, 1971. p. 4) Por lo tanto es necesario que se tengan suficientes conocimientos bibliográficos para poder estar seguro de que el registro de materiales no se basa en datos erróneos, insuficientes, falsos o engañosos. También debe ser capaz de prestar asesoramiento para la adquisición y utilización de documentos primarios.  A medida que el tiempo avanza se ha podido ofrecer a los usuarios, servicios de búsqueda y recuperación de información, cada vez más sofisticados y eficientes, centrados en el material bibliográfico en su conjunto. 

Y por último, me gustaría hablar sobre la Bibliografía Universal, también conocida como Biblioteca Universal.

Uno de los autores que habló sobre esta visión, fue Borges, que describió a la Biblioteca Universal de esta manera: “Cuando se proclamó que la Biblioteca abarcaba todos los libros, la primera impresión fue de extravagante felicidad. Todos los hombres se sintieron señores de un tesoro intacto y secreto. No había problema personal o mundial cuya elocuente solución no existiera: en algún hexágono. El universo estaba justificado, el universo bruscamente usurpó las dimensiones ilimitadas de la esperanza.” (Borges, 1944. p. 3)

Thiem, por otro lado la conoce como la Biblioteca Universal que se encuentra en línea, o esto se supone. Sin embargo, se reconoce como un mito ya que es muy difícil reunir todo el material que se encuentra en un solo lugar y mantener un registro de ello (veamos a Otlet y el IIB) Se considera a la biblioteca universal como el máximo ideal que alcanzar dentro del mundo de la información, pues es toda una gama de funciones de registros y elementos que compone esta biblioteca gigante. La Biblioteca Universal es abordada por varios autores, pero tiene antecedentes fuertes en la Biblioteca de Alejandría que también intentó reunir toda la información en un espacio donde pudiera ser consultada.

De cierta manera, el Internet es algo cercano a este ideal de Biblioteca, el problema que tiene es que no lleva un registro ni un control, y todavía falta mucha información para poder ser considerada una súper biblioteca con información universal. Imaginemos una enorme telaraña (WEB) y tú estás interesado en un punto al extremo de la misma web, entonces vas siguiendo la línea y puedes llegar al inicio de esa línea de información que se une con otra y luego otra y luego otra. En fin, las posibilidades se vuelven infinitas a medida que esta red de información se va tejiendo. 

Como conclusión, es necesario recalcar la importancia de la bibliografía, la cual nos ayuda a nosotros como bibliotecarios en la parte de desarrollo de colecciones, al analizar los textos y registrar las características para después crear compilaciones y colecciones a disposición de comunidades de usuarios que requieren de temáticas o campos específicos en la realización de sus trabajos o en búsqueda de información para adquirir nuevos conocimientos. Por lo que es necesario desarrollar más estudios bibliográficos para poder abarcar más áreas y disciplinas, logrando con ello conocer más sobre esta enorme red que se va desarrollando, no sólo en cuánto a ideas e información, sino también en cuánto a soportes, logrando con ello, una estrategia para aproximarnos a ese ideal de biblioteca universal que la bibliografía plantea desde hace mucho tiempo.


Espero que hayan disfrutado esta entrada, gracias por leer a esta Aprendiz de la Información.


domingo, 4 de mayo de 2014

Mesa Redonda: “Las bibliotecas públicas en México: consideraciones profesionales”

Cuando alguien escucha el nombre de mi carrera, a partir del mismo, se dan una idea de a qué me voy a dedicar en mis labores. Así es, la mayoría de las personas ligan mi carrera con las bibliotecas y no están fuera de razón, de hecho, gracias a estas instituciones, tengo una fundamentación que aunque es leve tiene bastante coherencia. Sin embargo, la bibliotecología no sólo trabaja en las bibliotecas, pues cómo se ha mencionado, existen muchos medios y lugares para poder transmitir, almacenar, guardar y tener información. Un profesional de la información puede trabajar en dónde sea que tenga información y la necesite. Por lo tanto, en cualquier lugar puede trabajar, museos, centros de investigación, grandes empresas, pequeñas empresas, comunidades marginadas y sobre todo, bibliotecas.

Ahora, dice el Dr. Felipe Meneses Tello que no hay una tipología definida de las bibliotecas. Podemos categorizarlas en los más básicos niveles, los cuales son: Bibliotecas privadas, especializadas, especiales, de comunidades marginadas, académicas y por supuesto, bibliotecas públicas. Pero esta categorización no es una ley absoluta y esto se debe a que la biblioteca es un ente que cambia y se adapta a la comunidad a la que sirve. Por ejemplo, se dice que las bibliotecas públicas deben ofrecer préstamos a domicilio como servicio básico, sin embargo, no todas se pueden dar el lujo de prestar su material porque no tienen material para ofrecer en consulta y ofrecerlo en préstamo. Otro ejemplo, más en desarrollo de colecciones, una biblioteca especializada cuenta con acervo dedicado a la temática exclusiva que ofrece a su comunidad interesada en específicas áreas de conocimiento, como Institutos dedicados a Física, Matemáticas, Humanidades, etc. Pero, las bibliotecas legislativas por ejemplo, poseen un acervo enorme de diferentes áreas y mucho acervo que se considera general, entonces ¿en qué categoría entran? Si poseen un acervo similar al de una biblioteca pública, sus servicios son públicos, pero sirve a una comunidad específica, que necesita de todo este acervo multidisciplinario para realizar su trabajo. Entonces, aquí entra un poco la mella y se ve que las categorías no son absolutas en cuánto a bibliotecas.

Entonces, ¿cómo empezar a crear bibliotecas en el país que sean funcionales, útiles y sobre todo, una pieza clave para la comunidad a la cual prestarán servicios? Aquí es en dónde esta Mesa Redonda que un grupo de profesionales presentó en el IIBI, puede darnos la respuesta. En el piso Trece de la Torre II de Humanidades, el Dr. Federico Hernández Pacheco como moderador y un grupo de profesionales compuesto por la Lic. Fabiola Larios Ulloa, la pasante Diana Quezada Escamilla, la Lic. María Amparo González Urtusuáztegui, la Lic. Lourdes López López y el Lic. Francisco Esquivel del Reyo.



Los participantes están ahora a cargo de la coordinación de bibliotecas o redes de bibliotecas a distintos niveles de alcance, excepto la pasante Diana Quezada Escamilla, a la cual me gustaría mucho darle un reconocimiento por su dedicación y extraordinaria investigación sobre las bibliotecas del Estado de Guerrero. Diana Quezada, es alumna del Colegio de Bibliotecología y es muy dedicada a la carrera, a su corta edad ha creado varios grupos y presentado ponencias muy interesantes y fue un verdadero honor verla en este Seminario Hispano-Mexicano de Investigación en Bibliotecología y Documentación, ya que presentó su investigación con una actitud muy entusiasta e incluso inspiradora. En fin, continuando con la narración de esta Mesa Redonda, el Dr. Federico Hernández Pacheco empezó presentando a la Lic. Fabiola Larios que habló sobre las bibliotecas del estado de Jalisco, estado en el cual, ella es Coordinadora de bibliotecas de los Altos Lagos de Jalisco.

Empezó con un tour histórico de las bibliotecas en México, mencionando que en la antigüedad la primera biblioteca de la que se tiene conocimiento como la primera biblioteca pública, fue la biblioteca Turriana, la cual se ubicó al lado poniente de la Catedral de México y prestó servicio a todo el público. Su nombre se debe a sus fundadores, pues el grupo de libros que dio origen a su acervo perteneció a Luis Antonio de Torres y sus sobrinos, Cayetano y Luis Antonio de Torres, fueron quienes formaron la biblioteca cuando aquél murió en 1756. Cuándo Cayetano y Luis Antonio murieron (en 1787 y 1788), encomendaron a Ambrosio Llanos de Valdés que formara una biblioteca propia de la Catedral. En 1789 la biblioteca fue oficialmente de la iglesia.

Los libros eran de papel amate, piel de venado y eran antiguos, en eso constituía el libro mexicano como tal.

En los tiempos de la Colonia el Fray Zumárraga comienza con la hoguera de textos antiguos y existe una intolerancia por la posesión de ciertos libros. En esta época, las bibliotecas eran de conventos y otros organismos religiosos hasta el Federalismo, período de la  historia mexicana en el que se expropian los bienes de la Iglesia y pasan a ser parte del Estado y del pueblo. En materia de bibliotecas, José Vasconcelos es el que presenta un proyecto al Presidente de la República Vasconcelos en 1922-1928, cuyo objetivo era dotar a todos los poblados con una biblioteca.

Ahora, en el Estado de Jalisco, las bibliotecas públicas empezaron en 1861 y sus acervos estaban formados por fondos conventuales y colecciones privadas. En la actualidad, ejercen labores que tratan de ratificar las desigualdades sociales, facilitadora de lectura por gusto y un medio para la obtención de información a una mejor calidad de vida.

La biblioteca que presentaron fue la Biblioteca María Soine de Helguera, que fue creada el 31 de marzo de 1979 y en 1986 pasó a formar parte de la Dirección General de Bibliotecas. Ésta biblioteca se convirtió en una Biblioteca Modelo de Jalisco, redefiniendo y rescatando los espacios públicos. En esta nueva etapa, se buscó ser un medio para elevar la calidad y extensión de procesos culturales en todo el municipio de Lagos de Moreno y gracias a este paso, varios programas han tenido como resultado que la biblioteca sea un espacio público cultural. Dedicados a dar talleres de cine, literatura, música, historia regional y cursos de pensamiento y reflexión, además de fomentar una alianza con las universidades para invitar a los estudiantes a realizar su servicio social, haciendo lo que realmente les gusta y a lo que se van a dedicar profesionalmente. Por ejemplo, lo estudiantes de diseño de tal universidad realizan los carteles y propaganda para la difusión de un nuevo taller, etc. La Lic. Fabiola mencionó para concluir su participación, que se necesita integrar a la biblioteca con la comunidad, un personal entregado y especialista que busque un desarrollo social, además de un buen uso y acercamiento a los medios de comunicación. Con el uso de las tecnologías de información, relaciones públicas, etc. Fue una buena muestra de cómo la biblioteca va cambiando y me agradó mucho la participación de la Lic. Fabiola  Larios, pues recalcó mucho sobre los medios de comunicación y las relaciones públicas para lograr esta visión de la biblioteca como una parte activa de la comunidad a la que sirve y es algo que se descuida mucho a la hora de ejercer profesionalmente y a la hora de la formación profesional, por lo que es necesario no dejar de lado este aspecto importante de relación con la comunidad que se tiene, no con el usuario, sino con la COMUNIDAD en la que se está trabajando.

Después, siguió la participación de Diana Quezada Escamilla, que realizó una investigación sobre las bibliotecas públicas en el estado de Guerrero, estado en el cual, la mercancía de libros que llegaba de ahí eran de Galeones de Manila, que desde Filadelfia hasta Taxco transportaban estos libros de los cuales surgieron las primeras bibliotecas. En el estado de Guerrero, Taxco resultó ser un importante núcleo cultural y la primera biblioteca reconocida fue la de Torantos en 1592 que pertenecía a un convento de la congregación de los dieguinos. Ésta biblioteca con grandes dimensiones contenía un acervo increíble de temas teológicos, filosóficos e históricos. Después, Francisco O. Arce, gobernador constitucional del estado de Guerrero del 25 de enero de 1869 hasta el 28 de febrero de 1873, recalca mucho que las bibliotecas marcan un grado de adelanto y civilización en la comunidad dónde se encuentran, por lo que firma y aprueba Actas que permiten el desarrollo de estos centros y en 1886 crea el Instituto Literario. Después, Vasconcelos con su gran proyecto de creación de bibliotecas logra crear en 42 municipios de 81 municipios de Guerrero y en 1984 se crea la biblioteca pública central.

Diana menciona, que el estado de Guerrero es una zona compuesta por distintas regiones, por lo que se necesitan bibliotecas por cada región y municipio, sin embargo, aquí es en donde entran las problemáticas que tiene el estado de Guerrero en cuánto a bibliotecas. El primero es el rezago de adquisiciones, ya que las bibliotecas reciben el material, pero no pueden distribuirlo a bibliotecas municipales o en otras regiones porque no hay un vehículo que tenga ese propósito, por lo que se quedan en los almacenes y no llegan a su destino. El segundo es la capacitación del personal que presenta un gran entusiasmo, sin embargo, esta falta de capacitación limita al mismo personal y por lo tanto el servicio que puede ofrecer. El tercero tiene que ver con la Infraestructura física y tecnológica, la cual no es suficiente para poder proveer servicios de calidad a la gran comunidad de usuarios, además de la falta de planificación, evaluación y continuidad en programas que se incorporan y se dan seguimiento en el sistema bibliotecario.

Al explicar las problemáticas, continúo proponiendo la mejora de la inserción y proyección de la biblioteca en un contexto social. Este propósito se puede lograr con la mejora de infraestructura tecnológica, publicidad, talleres enfocados en la alfabetización informativa, promoción y vinculación, además de la promoción de actividades relacionadas con cultura y educación. También el de preocuparse y trabajar en la formación de los recursos humanos y el desarrollo de muchas.

A continuación, la Lic. María Amparo González Urtusuáztegui, con las Bibliotecas de Hidalgo.
En el estado de Hidalgo, la primera biblioteca pública fue la de Ernesto Viveros en 1933. Ahora cuentan con 289 bibliotecas en el estado, de las cuales, en el 2000 se realizó un diagnóstico de evaluación institucional. De dicha evaluación surgió el proyecto de crear una biblioteca central del estado de Hidalgo. Ésta se encuentra a cargo de las operaciones y la gestión de las bibliotecas del estado. Por lo que se organizó que los coordinadores regionales, realizaran reuniones con los bibliotecarios del estado, que en total son 551 bibliotecarios. Se realizó un programa de necesidades que se tenían que satisfacer y a partir de la biblioteca central se crea una estructura orgánica.  Se implementó el mejoramiento de las instalaciones, la automatización de la biblioteca y capacitación para el personal.

La biblioteca central como modelo de gestión establece criterios, además de acompañar al bibliotecario de la mano en el proceso de automatización. Para lograr también el buen funcionamiento de la biblioteca se trabaja estrechamente con las autoridades municipales e incluso trabajar la parte de relaciones al público, ya que esta parte presentó un incremento del 70% en los servicios. Se fortaleció el acervo gracias al perfil de comunidad que se realizó, un factor muy importante para el servicio a esta comunidad. También esta biblioteca apoya con talleres de capacitación y el fomento a la lectura, de hecho ganó el Premio México Lee en 2009.

Al final la Lic. Amparo pide a la UNAM el desarrollo de recursos humanos, capacitación y apoyo, además de trabajar la sostenibilidad de biblioteca pública y el diseño de instrumentos para medir la calidad de servicios y otras encuestas.

Después la Directora General de Bibliotecas de CONACULTA, la Lic. Lourdes López López presentó las labores que tienen las bibliotecas públicas y sus estadísticas. Empezó con el dato del número de bibliotecas públicas que son 7 388 bibliotecas distribuidas en todo el país y mencionó la formación de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas que comenzó con la Dirección General de Bibliotecas creada en 1985. Después la creación de una Ley General de Bibliotecas el 21 de enero de 1988.

La DGB permaneció independiente hasta la creación de CONACULTA el 7 de diciembre de 1988, por lo que la DGB se vuelve parte de este Consejo. Sin embargo, entre 2006 y el 2012 se ha detenido el desarrollo de bibliotecas por el poco apoyo institucional. Entonces, la DGB declaró que todas las instalaciones se deberán acompañar de un acta de cabildeo para su autorización. Además tiene un listado de servicios que ofrecen las bibliotecas públicas:

  • ·         Préstamo de acervo
  • ·         Orientación de usuarios para la localización de la información.
  • ·         Servicios digitales
  • ·         Fomento a la lectura
  • ·         Actividades culturales
La DGB también ofrece la capacitación del personal, ya que la poca formación profesional es un problema y para resolverlo se han desarrollado programas de formación integral que se dan de manera presencia, en línea o a través de tutoriales y al igual que las otras bibliotecas que se han presentado, buscan programas para el fomento a la lectura, cursos especializados, acceso a base de datos e incluso han iniciado un Club Virtual de Lectura. Cuentan también con un programa permanente de generación de acervo, buscan apoyarse en materiales digitales y sobre todo ergonomizar espacios, ya que las bibliotecas establecidas no cuentan con un espacio adecuado para ofrecer buenos servicios. Por lo que empezar a aprovechar los espacios que se tienen y sacar a la biblioteca de sus cuatro paredes es importante para seguir desarrollando a estas instituciones.

La Directora Lourdes recalcó en la necesidad de empezar a sacar prácticas profesionales y el uso de Eco tecnologías, además de abrir nuevas áreas de oportunidad para vincular a la biblioteca pública con la academia y la investigación, las cuales pueden ayudar al desarrollo de recursos, la capacitación del personal y los convenios para la realización de actividades culturales, enriqueciendo más a la biblioteca pública como un espacio público en beneficio de la convivencia y la cultura.


Por último, el Lic. Francisco Esquivel del Reyo que empezó recomendando el libro de la Dra. Catalina Naumis Peña “El diseño de bibliotecas públicas” el cual fue una excelente guía para todos los ponentes, además de hablar de la Dra. Ana María Magaloni  (Ciudad de México, 1941) que comenzó su basta carrera bibliotecológica en la UNAM, donde se graduó de la Licenciatura en Bibliotecología, en 1969. Después en 1975, obtuvo el grado de Maestría en la Universidad de Denver y, en 1977, el de maestra en Comunicación por la misma universidad. En 1982 terminó el Doctorado en Bibliotecología en el Simmons College de Boston. Uno de los cargos que tuvo fue el de directora general de Bibliotecas de la SEP (1983 – 2001) y al tomar posesión, la Dra. Magaloni encontró que sólo existían 350 bibliotecas públicas, por lo que coordinó la instalación de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, la cual en el 2000 ya estaba integrada por más de seis mil bibliotecas. El trabajo realizado por la Dra. Magaloni contribuyó a cambiar la imagen poco atractiva de las bibliotecas públicas además de darle a México presencia tanto en América Latina como en el resto del mundo.

Ahora, regresando un poco al panorama de las bibliotecas públicas en el pasado, para 1987 sólo operaban 351 bibliotecas públicas. Sin embargo, el Siglo XXI demuestra a todas las disciplinas y ciencias que tiene nuevos retos que afrontar, por lo que el Lic. Esquivel comenzó a plantear los retos del bibliotecario en el S. XXI.


  • ·         No hay un rechazo hacia la tecnología por parte de las nuevas generaciones, no porque éstas vengan con un chip integrado, sino que vienen con una actitud abierta y diferente en torno al uso de las mismas.
  • ·         “Si el proceso educativo cambia, la biblioteca pública debe cambiar. Y si el proceso educativo no cambia, la biblioteca debe cambiar más rápido.”
  • ·         La tecnología ya está en las bibliotecas públicas incluso en comunidades pequeñas.
  • ·         El libro queda corto para las nuevas generaciones.
  • ·         La población es urbana, estadísticas muestran que el 72% de la población latinoamericana es urbana.

Entonces, empezó enumerando ponencias y acciones que se deben tomar para poder llevar a las bibliotecas al S. XXI. Mencionó primero a la IFLA y su Congreso Mundial de Bibliotecas e Información que entre sus numerosas ponencias hubo una que habló sobre la importancia de generar espacios públicos y de calidad.

Entrando en el tema de las Bibliotecas del futuro mencionó posibilidades infinitas, además de enfatizar que las experiencias que generan nuevo conocimiento se necesitan documentar para poder proveer mejores soluciones y que dicho conocimiento se comparta y llegue a otros profesionales. Además, trajo un punto fuerte a trabajar y es a la población infantil en México. Según estadísticas de la INEGI hay alrededor de 3 700 000 niños que son cuidados por algún familiar en casa. El 72% de los niños son cuidados por su abuela y esto nos brinda un campo de trabajo enorme para poder atender a estos niños, los cuales pueden aprovechar más el espacio y las actividades de una biblioteca y puede aligerar el peso a los familiares que se hacen cargo de ellos.

Por estas razones es necesario brindar edificios, espacios con equipo que puedan ayudar a ser sitios de convivencia y que puedan resolver estas necesidades. Y aquí surgen las bibliotecas modelos.

En el 2006 el estado de Hidalgo presenta su biblioteca modelo, la cual ya comentamos antes. Y con esto se empieza a tratar y desarrollar bibliotecas que se planean tanto afuera como adentro, bibliotecas que son espacios fascinantes, multifuncionales, confortables, seguros y económicos. Empieza la misión de la biblioteca como un centro cultural con actividades gratuitas, con equipo y como un lugar de encuentros. Estas bibliotecas son realizadas por un equipo multidisciplinario formado por arquitectos, urbanistas, bibliotecarios, educadores, psicólogos, sociólogos, etc. Todo esto formado para poder realizar una visión, en la cual hay bibliotecas centrales estatales (como la biblioteca de Hidalgo), salas generales con Wi-Fi, Sala Braille, mayor comodidad, en fin, un espacio que único.

Después, el Lic. Francisco Esquivel, empezó a hablar sobre las tendencias que se están trabajando. Habló sobre los nativos digitales y el de poder usar las tecnologías para poder brindar libertada a estos usuarios y a otros. Para ello se necesita de investigación e incluso utilizó un ejemplo en el cual él trabajó, que es la biblioteca de Tlaxcala (dejo el link abajo para que conozcan la noticia). Ésta biblioteca gracias a la colaboración de Noé Ortiz logró implementar un proyecto que sirve como guía para los ciegos, permitiéndoles a éstos, moverse de manera autónoma por toda la biblioteca. En palabras del Lic. Esquivel, se les otorgó libertad y eso es de gran importancia para el ser humano. Dicho proyecto ganó el Premio Iberbibliotecas del 2013.

Todo esto se dio gracias a las investigaciones pertinentes y aquí el Lic. Esquivel presentó algunas líneas de investigación que son necesarias para poder realizar todo lo que se ha tratado:


  • ·       Diseño de espacios.
  • ·         Fondos estatales.
  • ·         Atención a migrantes.
  • ·         Sectores vulnerables.
  • ·         Estudios de comunidad.

Y por último, habló sobre una gran verdad reflejada en toda esta mesa, sacar a la biblioteca de sus muros. Por Internet, en Centros Comerciales, en múltiples lugares y espacios en dónde nosotros podamos acercarnos y se puedan crear estos espacios tan maravillosos. Algo que me gustó mucho de la ponencia del Lic. Francisco Esquivel, fue sobre las ganancias que uno obtiene cuándo trabaja en biblioteca pública, dijo algo así: “Los sueldos son bajos, muy bajos, pero las experiencias y lo que uno ve y vive al trabajar en bibliotecas públicas es mucho más valioso.” Y yo le creo al Lic., porque en cada momento en el que me he dedicado a la carrera, en brindar mi tiempo y lo que yo sé a una comunidad para que ésta se beneficie, es lo más satisfactorio que me pueda ofrecer mi profesión. Sólo he trabajado en espacios privados y lo he hecho gratis, jamás me he arrepentido de ir hasta la zona de Polanco y regresar a horas un poco peligrosas para la zona en la que habito. Porque el haber ofrecido mis servicios a una comunidad, fue lo más gratificante y magnífico que pude haber hecho con mi tiempo. Y me imagino que trabajar en una biblioteca pública, aunque sea una pequeña debe ser mil veces más gratificante.

Así que, como conclusión de esta extensa entrada pero muy satisfactoria y excelente para mí. Los invito mis queridos profesionales, primero, a leer el libro de la Dra. Catalina Naumis Peña, el cual es “Diseño de edificios para bibliotecas públicas”. Segundo, tener la mente abierta, no hay malas bibliotecas, de hecho he leído mucho sobre las pésimas bibliotecas que tenemos, que aunque sean la mayoría, no quiere decir que no haya otras que se pueden tomar como modelos, aquí en esta entrada se hablan de tres bibliotecas buenísimas y todavía estoy segura que hay más allá afuera. Tercero, los invito a los jóvenes estudiantes que en sus años mozos, vayan a otros estados y trabajen para otros estados, es genial viajar e ir a ver que hay más allá del DF, más que nada porque también en otros estados se necesitan de profesionales que puedan crear estos espacios que beneficien a la comunidad. Cuarto y último, anímense a ser práctico/teóricos, escriban sobre sus experiencias profesionales, compartan, conozcan, propongan, innoven, sean empresarios, diplomáticos, sean lo que se necesite para poder implementar estos espacios, pero sobre todo sean ACTIVOS y curiosos. Con una alta responsabilidad social. Considero que somos buenos en lo que hacemos y podemos ser mejores.

Agradezco profundamente a los ponentes, porque gracias a su participación en esta Mesa, lograron ampliar mucho más mis horizontes (lo cual no creía posible, pero lo lograron). Además de darme la oportunidad de tomar una fotografía de todos los participantes.

Por último, me queda agradecer al curioso lector e interesado por leer a esta Aprendiz de la Información.





Bibliografía

Bibliotecas Novohispanas. Disponible en: http://martineztovar.mx.tripod.com/hbibliotecas.html [Consultado el 27/04/14]

Treviño Maldonado, Fidencio. De José Vasconcelos y las bibliotecas. Disponible en: http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/88232.de-jose-vasconcelos-y-las-bibliotecas.html [Consultado el 27/04/14]

Sitio WEB de la Biblioteca María Soine de Helguera. Disponible en: http://bibliotecalagos.blogspot.mx/ [Consultado el 27/04/14]

Sitio WEB de la Feria Internacional de Guadalajara. Disponible en: http://www.fil.com.mx/hist_bibliotecario/2008.asp [Consultado el 04/05/014]


UNOTV. UNESCO premia a una Biblioteca  pública de Tlaxcala. Disponible en: http://www.unotv.com/programas/cultura/fernanda-de-la-torre/detalle/Unesco-premia-a-biblioteca-publica-de-Tlaxcala-541856/ [Consultado el 04/04/14]