martes, 18 de junio de 2013

Las Reglas de Catalogación Angloamericanas, un pequeño vistazo



Como parte fundamental de la bibliotecología está el área de organización bibliográfica y documental, la cual es la encargada de la organización, clasificación e identificación de los recursos para su fácil recuperación dentro del centro de información en los que están almacenados (toda la descripción anterior está hablando en términos generales, no sólo en libros y bibliotecas, sino todo recurso o soporte que contenga información útil para la institución que la guarda). Para poder identificar un ítem, es necesario tener una ficha o una etiqueta que contenga toda la información de las características del ítem correspondiente, para esto se realiza una evaluación del ítem y se anotan en una ficha o formato todas sus características que lo identifican.  Este proceso, se le llama catalogación, y hay catalogación descriptiva (la que se mencionó antes) y la catalogación temática (aquella que describe en pocas palabras el contenido del ítem). Ambos procesos, utilizan distintos materiales para poder lograr su cometido y tener una normatividad y consistencia dentro del catálogo que se va a realizar; en el caso de la catalogación descriptiva los más comunes son las ISBD (International Standards of Bibliographic Description) y las RCA2 (Reglas de catalogación angloamericanas) y en el caso de la catalogación temática se utilizan los encabezamientos de materia. 

Claramente, la catalogación es la actividad de más antigüedad en la labor bibliotecaria, pues tiene sus antecedentes desde las bibliotecas antiguas que creaban sus sistemas para identificar las obras y registros que realizaban, los cuales almacenaban en recintos especiales, como las bibliotecas de Egipto, Mesopotamia y Ebla. Después en la Edad Media se logró un alto desarrollo en su control bibliográfico con la incorporación de la catalogación temática, la cual los monjes dividían en: “Biblia, Padres de la Iglesia, Teología, Literatura clásica, Historia, Medicina, etc.” E incluso realizaron un catálogo colectivo, el primero que se reconoce en la historia de la humanidad. En la era victoriana, estos catálogos ayudaron a expandir los servicios que se ofrecían con el préstamo bibliotecario y después en Francia se emite el decreto de depositar en el Archivo Tribunal los catálogos de las bibliotecas para que estén disponibles al público, la conocida “Gran Revolución Bibliográfica”, también en Francia surge la primera escuela bibliotecaria.

Años después aparece otro personaje importante llamado Antonio Panizzi que estableció los principios de catalogación en 91 normas que son la fundamentación básica de la catalogación de la era moderna que se usó hasta 1880. Durante un largo período de tiempo el control bibliográfico se realizó solo de manera local, en las grandes bibliotecas reconocidas, sin embargo Paul Otlet y Henri La Fontaine luchan por el desarrollo de una bibliografía universal. Este control universal bibliográfico (mejor conocido como CBU) es objeto de una serie de orientaciones emanadas del surgimiento de normas catalográficas y bibliográficas. Ejemplos de estas normas son las Reglas de catalogación angloamericanas.

Antes de entrar a desarrollar las RCAA, cabe destacar la importancia en la identificación de las ocho áreas bibliográficas, las cuales son presentadas en las ISBD:


  • Área de título y mención de responsabilidad: Nombre de la obra y responsables de su creación. 
  • Área de edición: Edición.
  •  Área específica de material: No para todo material.
  • Área de publicación, producción, distribución, etc.: Lugar publicación, producción, editorial y fecha.
  • Área de descripción física: Descripción de la obra.
  • Área de serie: Pertenece un conjunto de libros que tienen determinada temática. 
  • Área de notas: Información descriptiva.
  • Área de identificador del recurso: ISBN…


Las reglas de catalogación, están divididas en dos partes. La primera parte de Descripción contiene:


Cap. 1 Reglas Generales para la descripción
Cap. 2 Libros, folletos y pliegos impresos
Cap. 3 Cartográficos
Cap. 4 Manuscritos
Cap. 5 Música
Cap. 6 Grabaciones sonoras
Cap. 7 Películas
Cap. 8 Gráficos
Cap. 9 Electrónicos
Cap. 10 Recursos tridimensionales
Cap. 11 Micro formas
Cap. 12  Recursos Continuos
Cap. 13 Análisis.



Y la segunda parte que trata de encabezamientos:


·         Cap. 21 Elección de los puntos de acceso.
·         Cap. 22 Encabezamientos de personas.
·         Cap. 23 Nombres geográficos.
·         Cap. 24 Encabezamientos de entidades corporativas.
·         Cap. 25 Títulos uniformes.
·         Cap. 26 Referencias

Al final de la obra vienen apéndices de apoyo (Mayúsculas, Abreviaturas, Numerales, Glosario y Artículos iniciales), además de un índice. En general así están distribuidas las RCAA.

La forma de usar estas reglas es con el capítulo 1 de reglas generales y con el capítulo en el que se desarrolle el material a catalogar (por ejemplo, un libro se cataloga con los capítulos uno y dos, un disco con el capítulo uno y seis y así sucesivamente) SIEMPRE debe ir acompañado del capítulo uno. Antes de la catalogación descriptiva hay que elegir los puntos de acceso, estos se eligen con la segunda parte de las reglas de catalogación. Estos puntos de acceso permiten reconocer la obra por su creador, ya sea autor personal, corporativo, varios autores  que cumplen una misma función o diferentes funciones. Además de describir las responsabilidades de los creadores de la obra.

Más o menos es un esbozo general de esta útil herramienta para los bibliotecólogos y documentalistas, la cual es de gran importancia para esta tarea básica en la labor profesional bibliotecóloga.

Espero que esta entrada sea de utilidad, que tengan una excelente noche y gracias por leer a esta aprendiz de la información.




Bibliografía consultada:
GARDUÑO VERA, Roberto. (Algunos testimonio relevantes de la antigüedad en torno al control bibliográfico) en “Modelo bibliográfico basado en formatos de intercambio y en normas internacionales orienta” .México,  1997. Vol. 1. 238 p.

domingo, 16 de junio de 2013

Las ocho escuelas bibliotecológicas de México


En esta entrada vamos a abordar y profundizar sobre estas instituciones, así que empecemos.


Dentro de México solo existen ocho instituciones que ofrecen el estudio de esta disciplina como opción de carrera universitaria. Sin embargo, recuerden que la bibliotecología es una disciplina que aún no posee tantas leyes o teorías fuertes que sirvan de base para darle una consistencia como ciencia (hago un paréntesis para mencionar que Sí tiene leyes fijas, pero aún le faltan muchas por desarrollar. Un ejemplo de estas leyes son: Las Leyes de Ranganathan), aunque se está trabajando para que se logre constituir como tal, los encargados de asentar estas bases tiene muchos problemas y acomodan el plan de estudios sin seguir una normativa que permita identificarla con un sólo nombre, un solo objeto estudio y un procedimiento universal para abordarla, como las matemáticas, la química e incluso la historia. Este problema se ve reflejado en las mismas instituciones, las cuales tienen distintos enfoques de enseñanza, distintas tendencias y nombres para esta disciplina. Muchas de estas escuelas se inclinan más hacia el lado técnico o administrativo que tiene esta escuela (como ejemplos las Universidades de San Luis Potosí y la de Chihuahua como administrativas y la ENBA como técnica), y otras se inclinan  más hacia la investigación y docencia (como la Universidad Autónoma del Estado de México) Todo esto, forma diferentes profesionales que se especializan en una labor que el bibliotecólogo debe de dominar, pero descuida otras. A continuación se presenta un pequeño análisis de cada institución:


  • ENBA (Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archivónomos) Es la primera escuela de la disciplina que se mantuvo abierta desde 1945 hasta nuestros días, ofrece distintas opciones como: Licenciatura en Archivonomía, Biblioteconomía y además profesional asociado de las dos anteriores opciones. Su misión es la de formar profesionales bibliotecónomos y archivónomos con compromiso social y contribuir al atender las demandas que se generan en el país. Su plan de estudios presenta una fuerte tendencia en los procesos técnicos (catalogación, selección, organización, etc.) y se reestructuró su plan de estudios en el 2000 presentando la modalidad de Profesional Asociado, con la mitad de los créditos obtenidos para poder ingresar como profesional a trabajar.

  • UNAM; Colegio de Bibliotecología. Ofrece Licenciatura, Maestría y Doctorado en Bibliotecología y Estudios de la Información; el plan de estudios vigente es el del 2003, sin embargo, se planea implementar un plan de estudios en el 2014 con algunas diferencias. Tiene como misión la formación de humanistas que se desarrollen como docentes en el nivel medio y superior, investigadores y profesionales que incursionen y apliquen su formación humanística. Su plan de estudios está muy equilibrado y permite al estudiante formarse y especializarse en lo que él decida desempeñar dentro de la bibliotecología.

  • UACH (Universidad Autónoma de Chihuahua); Facultad de Filosofía y Letras. Ofrece la Licenciatura en Ciencias de la Información (he aquí un ejemplo del cambio de nombres y enfoques que tiene cada escuela); cuenta con tres áreas de especialización que son: Gestión de la Información, Bibliotecología y Comunicación organizacional. Tiene como misión la formación de profesionales en la educación y humanidades, capaces de enfrentar problemas de desarrollo cultural, social y económico. Su plan de estudios presentado en el 2008, lo revisé y observé que tiene una inclinación administrativa y social, además de estar basado en un modelo de competencias que desarrolla al estudiante para ser un profesional capaz de resolver problemas.

  • UANL (Universidad Autónoma de Nuevo León); FFyL; Colegio de Bibliotecología. Su plan de estudios es del 2005, tiene como objetivo formar profesionales competentes para administrar, diseñar y gestionar sistemas de información, sin perder el sentido ético y humanístico, tiene como nombre Licenciatura en Bibliotecología y Ciencias de la Información. Tiene como misión formar profesionales que satisfagan los requerimientos de la sociedad demanda, operando de forma eficiente las unidades de información  y de avances científicos y tecnológicos en beneficio de la comunidad. Su plan de estudios cumple bastante bien con el objetivo que se pretende aunque, creo que el lado de procesos técnicos lo descuida un poco.

  • UASL (Universidad Autónoma de San Luis Potosí); Escuela de Ciencias de la Información. Ofrece Licenciatura en Bibliotecología y según el Dr. Juan Calva, es una de las escuelas que más desarrollo ha presentado en poco tiempo, posee su propia escuela, biblioteca y revista, además que muchos de sus profesores trabajan mucho con la UNAM. En el 2006 se implementó un nuevo modelo basado en competencias y ahora la misión de esta ECI, es la de formar profesionales reflexivos, éticos, críticos e innovadores en el manejo de información documental, así como la administración de centros y sistemas de forma eficiente con calidad que permita adaptarse a las necesidades de la sociedad.

  • UAEM (Universidad Autónoma del Estado de México); Faculta de Humanidades. Ofrece la Licenciatura en Ciencias de la Información Documental, con un plan de estudios reestructurado del 2004 con el objetivo de formar profesionales competitivos cuyo conocimiento y aplicación de las técnicas documentales y apoyo de tecnologías, agilicen los procesos a la identificación, organización, procesamiento y difusión de la información documental. Su misión es el estudio del ser humano en su acción de aprehender la realidad para hacerla comprensible y manejable. Su plan de estudios, es bastante técnico, tecnológico y administrativo, además que posee materias de fundamentación algo extravagantes como Filosofía.

  • UDG (Universidad de Guadalajara) Es la única que ofrece la Licenciatura de forma virtual, a través del Sistema de Universidad Virtual, esta Universidad otorga el título de Licenciado en Bibliotecología. Por desgracia no hay mucha información, sobre sus objetivos, sólo dicen algunos requisitos para titularse y para ingresar en la carrera. Sin embargo, menciona en su presentación: “este profesional proporciona una sólida formación en la administración de unidades de información, en la identificación y satisfacción de las necesidades informativas de la sociedad, y en la selección y capacitación de los recursos humanos necesarios para el desarrollo de los servicios relacionados.”

  • UACH (Universidad Autónoma de Chiapas) Ofrece la Licenciatura en Bibliotecología y Gestión de la Información, tiene como objetivo  formar profesionales autogestivos, creativos y emprendedores con visión humanística, capaces de satisfacer las necesidades de información que requiera la sociedad. Tiene un plan de estudios presentado en el año 2002 y al igual que la UNAM trata de mantenerse en una labor humanística, sin embargo cae mucho dentro de la administración y el aspecto técnico de la carrera no se ve muy presente.

Después de observar todas estas carreras, sólo puedo reflexionar sobre mi institución educativa ya que como alumna de la UNAM, vivo el semestre y aprenderé en base a su plan de estudios (y reitero severamente que es MI OPINIÓN).

 La Licenciatura de la UNAM de Bibliotecología y Estudios de la Información, te da demasiada libertad para elegir entre distintas materias que te formen como un profesional de la información y aunque tiene una gran variedad, es muy difícil atar los cabos para tener una formación profesional coherente, a menos que sepas exactamente a qué área te quieras dedicar en la disciplina. Es verdad, que muchos de los maestros que nos han dado clases, abordan las materias desde el enfoque humanístico y social, pero las únicas materias realmente humanísticas que tenemos son: Historia del libro los primeros dos semestres y después las optativas, comentando esto con un compañero, me hizo notar que la UNAM estaba tratando de equilibrar estas características que reúne la disciplina bibliotecológica y hay que profundizar más para poder dar con una precisa estructuración del plan de estudios que no deje tantos cabos sueltos.

Y aquí surge otro dilema en cuanto a las escuelas de bibliotecología en México, los  encargados de los planes de estudio a veces, forman estos planes de manera que a veces se pierde esta consistencia en la formación profesional, es decir, algunos planes de estudio están plagados de teoría y nada de práctica, otros están en la situación opuesta y sólo unas pocas tratan de mantener ese equilibrio de práctica y teoría, pero con poco éxito. Tal vez esté en un error, porque no he tomado clases en cada una de las ocho escuelas y los supuestos y demás análisis no tienen a veces mucha validez sin tener una fundamentación, pero me atrevo a escribir este tipo de observaciones, porque sí he checado los planes de estudio de cada escuela, los mismos profesores sacan comparaciones y observaciones de las diferentes escuelas durante las clases y porque he tenido la oportunidad de hablar con otros profesores de las demás escuelas.

Con esto concluyo las entradas de esta semana que profundizaron en la materia de Bibliotecología en México, espero haber dado en unos cuantos clavos y asentar algunas reflexiones que pueden ser importantes para el futuro, además de atraer la atención hacia las instituciones que imparten esta disciplina. Bonita noche y gracias por leer a esta aprendiz de la información.

miércoles, 12 de junio de 2013

Antecedentes bibliotecólogicos en México parte III

Continuando con la entrada anterior, el aletargamiento de las actividades bibliotecarias, termina en 1850 con la preocupación de organizar las bibliotecas, brindar un buen servicio y preparar al personal que organiza la información. Aquí entra el reconocido personaje de José Vasconcelos, quien crea la primera red de bibliotecas en un país en el que la mayoría de su población era analfabeta. Sin embargo, gracias a esta intervención por parte de Vasconcelos se comenzó un desarrollo bibliotecológico, debido a la atención que se le prestó a la educación bibliotecólogica. Surgiendo con esto la primera Escuela Nacional de Bibliotecarios  en 1916 con Agustín Loera Chávez como director y con Nicolás León, Alberto María Carreño y Juan B. Iguiniz como profesores, entre otros. La Escuela tenía como objetivo preparar empleados para el arreglo de bibliotecas que se tenían y las que se iban a tener. Cabe mencionar, que entre los personajes antes mencionados, Juan B. Iguiniz es uno de los promotores e importantes fundadores de las bases bibliotecólogicas mexicanas, por lo que en esta entrada, tendrá un papel muy importante a desarrollar. 

Un año antes, en 1915 se inaugura la Academia de Bibliografía con la intención de formar personal capacitado y fomentar el deseo de mejorar el funcionamiento de las bibliotecas del país. Después en 1916 con el surgimieto de la Escuela Nacional de Bibliotecarios, se empiezan a dar cursos para el personal y se le cambia el nombre a Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archiveros con sede en la Biblioteca Nacional, con horarios vespertinos y su matrícula de estudiantes estaba totalmente formada por empleados. Esta escuela siguió funcionando hasta 1918, con sólo dos egresados registrados: Juana Manrique Lara (otro personaje destacado) y Atenogénes Santamaría. La falta de egresados se debió a la alta deserción de alumnos y falta de presupuestos; un factor importante que contribuyó a la deserción de alumnos fue el requisito de tener los idiomas de fránces e inglés. En 1923 se manda al personal a la Escuela Nacional a tomar cursos de: Bibliografía, Catalogación, Clasificación y de Biblioteconomía. Después en 1925 surge la Segunda Escuela Nacional de Bibliotecarios como director estaba Juan B. Iguiniz y como uno de los profesores estaba Juana Manrique Lara, que introduce la tendencia americana dentro de la formación profesional bibliotecaria, sólo funcionó durante un año, por lo que en 1926 se dan cursos de capacitación en Biblioteconomía en la Biblioteca Nacional. 

La educación bibliotecológica mexicana quedó solo en cursos de capacitación hasta 1945, año en el que se inauguró la Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archivistas (actualmente conocida como ENBA), la cual no sólo daba capacitación sino que también aceptaba nuevos alumnos, tenía nivel bachiller y otorgaba el Título de Maestro de la Escuela Nacional de Maestros (esto se debía a que no existía el nivel de Licenciado en ese tiempo). Esta Escuela con el cambio de mentalidad se volvió una de las primeras escuelas de biblioteconomía en permanecer abierta hasta nuestros días y en desarrollar mejor la profesión. Se empiezan a abrir más escuelas pero muy pocas permanecen abiertas debido a la falta de difusión de la carrera y a la falta de estudiantes o recursos. Otra escuela que surgió fue la de la UNAM, que apareció en 1954 conocida como el Colegio de Biblioteconomía y Archivonomía que gradualmente fue adquiriendo más alumnos y desarrollando su plan de estudios, convirtiendose en la primer escuela en ofrecer los tres niveles de estudio (Lic., Mtro. y Dr.), todo esto en 1966, sin embargo cierra el nivel de doctorado porque no hay alumnos.  Ahora en la UNAM, se le conoce como el Colegio de Bibliotecología y vuelve a ofrecer los tres niveles de estudio, es una de las ocho escuelas en México que ofrece la carrera de Bibliotecología como opción de estudio. 

Otro dato importante de mencionar es que en 1981, se da un salto hacia la investigación con la fundación del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecólogicas mejor conocido como el CUIB, el cual fue publicando libros especializados en bibliotecología. Muchos de los investigadores del CUIB fueron desarrollando proyectos de gran importancia para el manejo y estudio de la información, algunos ejemplos son: los bancos de datos, la construcción de edificios bibliotecarios, participación en programas y redes mundiales de información, creación de más escuelas y el establecimiento de una maestría, además de ser un principal participante en conferencias y reuniones de asociaciones bibliotecarias tan importantes como IFLA y ALA. Este Centro, ahora es un Instituto el cual le proporciona un reconocimiento especial en la comunidad científica y académica; el ahora Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (conocido como IIBI) y fue reconocido como instituto el 30 de marzo del 2012.  

Aún falta mucho por desarrollar en cuanto a cómo la bibliotecología se fue formando y estableciendo como disciplina profesional dentro del país, las acciones que personajes destacados como Juan Iguiniz y Juana Manrique, entre otros, fueron realizando para poder abir paso al desarrollo de la misma y también que elementos se fueron implementando para poder tener una base en la cual establecerse. Espero poder tener tiempo de llenar esos espacios en blanco en las siguientes publicaciones, debido a que esta entrada tenía de objetivo sólo tomar en cuenta los hechos de gran importancia para la Bibliotecología en México y lo que más ayudó esta disciplina fue la educación. Incluso, ésto se puede tomar como una característica fundamental de la bibliotecología en nuestro país, ya que a diferencia de otros países que fueron desarrollando esta disciplina con base en el desempeño de la profesión bibliotecológica, la bibliotecología en nuestro país fue desarrollandose a base de la fundamentación, educación e investigación. 

Espero que esta entrada sea suficiente para poder abrir un poco sobre como la bibliotecología fue creciendo en nuestro país y lo que aun le falta por crecer. En la siguiente entrada, hablaremos un poco sobre las ocho escuelas de la disciplina.

Por mi parte, sería todo por hoy. Espero que tengan una excelente día y gracias por leer a esta aprendiz de la información.




Antecedentes bibliotecológicos en México parte II

En la última entrada sobre antecedentes, descubrimos que existian los tlacuilos, amoxtlis y amoxcallis, los cuales son guardianes del conocimiento en México y los principales productores de material intelectual y los transmisores del mismo a todo el pueblo. Pero ¿qué pasa durante la Colonia? Es una época en la que se intentó exterminar por completo esas raíces y después se intentó aprovechar las mismas para poder llegar a los habitantes, con estos recursos se pretendía evangelizar a estos indígenas que realizaban sacrificios humanos y demás rituales del "diablo" (aquí pongo un parentesís para tener más claro el panorama en el que los situó, estoy hablando de la transición entre la Edad Media y el Renacimiento, por lo que este choque de opuestos causa muchos dilemas y sobre todo una nueva etapa de la historia en la cual se da un gran paso dentro de la misma) Por lo que, con este choque de pensamientos y de la estructuración de una nueva sociedad basada en el comercio y no en el poder eclesiástico, América se presenta perfecta para recuperar las "almas perdidas" por los movimientos impulsados en contra del poder religioso.

Gracias a la imprenta, se comenzó a aumentar la producción de libros y con ello empezo a haber un desarrollo en las temáticas, las cuales causaban revoluciones en la forma de pensar y de vivir de la sociedad, ayudando a que la Edad Media se quedara atrás para recibir al Renacimiento. Las tematicas de los libros, se diversificaron y empezaron a dejar atrás a la religión, lo que a la Iglesia no le agradaba y vio la oportunidad de evitar esta evolución del pensamiento en América, gracias al control estricto que exigian que el pueblo cumpliera. Sin embargo, debido a la alta demanda de libros de caballerías, protestantes, científicos y a las enciclopedias que comenzaban a tomar fuerza, se comenzó a formar un contrabando de libros, por pequeñas tiendas de libros llamadas también librerías. Al principio solo se publicaban los titulos de libros que estaban prohibidos vender o adquirir, despues fue aumentando mas este control a tal grado de llegar a inspeccionar barcos, prohibir la venta de libros en puertos, la quema de libros, la censura de ciertos parrafos y la instalación de aduanas como la Casa de Sevilla, en donde después de una revisión de los contenidos y libros que traian de Europa, se enviaban a bibliotecas conventuales para ser guardados en el "Infierno".

Ahora, ya que estaba bastante controlado el acceso y adquisicion de los materiales, uno pensaría que no hubo un gran avance, sin embargo, comenzaron a surgir catalogos para tener una idea sobre los materiales que se tenian en la Nueva España y también se tenia a un bibliotecario para la conservación de estos materiales, aunque era un estudiante de las escuelas bajo el cuidado de monasterios y el poder eclesiastico y no tenian una formación buena, en cuanto al manejo y organización, ciertamente ayudaron a mantener un registro de estos materiales  y por lo tanto, a mantener las labores bibliotecarias en la época Colonial.
Lo anterior fue un pequeño resumen de la actividad bibliotecóloga mas destacada en ese periodo de la historia de México, porque despues pasa mucho tiempo en las actividades que se ejercieron aqui en Mexico y esto se debe al continuo saqueo y falta de organizacion del país por los constantes conflictos entre castas, partidos y demás factores políticos que llevaron a que los materiales bibliográficos cayeran en el olvido por un largo tiempo, manteniendose solo por las colecciones privadas de ciertos pensadores y personajes cultos que albergo nuestro país. 

Como reflexión solo me llevo que efectivamente, la formación de aquel que esta encargado de un centro de informacion o una biblioteca ayuda mucho a que esta funciones adecuadamente a los propositos con los cuales fue creada y pese a que la Colonia trato de mantener sus bibliotecas activas a flote, en el presente es muy dificil poder dar seguimiento a estos recursos porque no se tenia un estricto y organizado control sobre ellos. Solo con el pasar de los años y a través de muchos esfuerzos colectivos y personajes que llamaron la atención sobre estos elemntos básicos para la conformación y estructura de una sociedad.

Sin más por el momento me despido con una disculpa por no respetar el itinerario y publicar un dia despues. Así que, ojala y disfruten esta entrada pequeña pero llena de información esencial sobre la época de la Colonia y el bibliotecólogo.

Gracias por leer a esta aprendiz de la información. Bonita noche.