martes, 8 de julio de 2014

Explorando el mundo de la Bibliografía II: Instituto Internacional de Bibliografía, CBU, Otlet y La Fontaine


La última entrada hablo sobre los antecedentes y los origenes de la bibliografía, entre otras cosas. En esta ocasión, se enfocará en el desarollo de la bibliografía hasta nuestros tiempos, de dos importantes personajes para el mundo del manejo de información y sus profesionales (desde científicos de la información, hasta bibliotecólogos) e incluso de los ideales que persigue la bibliografía, como es el Control Bibliográfico Universal (CBU).

En 1985, Otlet y sus colegas crearon una organización internacional en Bélgica, ésta institución estaba subsidiada y era responsabilidad del gobierno belga asumiendo en esencia ser el centro de administración del Instituto. El objetivo de esta institución era el de apoyar los nuevos sistemas que explotaban las potencias inherentes en la tecnología de información de la época y en un período de cuarenta años, hubo un interesante juego reciproco entre el sistema actual de desarrollo y la gradual elaboración de trabajo teórico en el que los sistemas fueron creados, alcanzando su máxima expresión en el Tratado de Documentación de Otlet. Este trabajo envuelve varias formas nuevas de ver y hablar sobre el conocimiento, los libros y las bibliotecas, además de la infraestructura social en la cual forman parte. (Boyd, 1997. P. 289).

En la actualidad este Instituto es conocido como La Federación Internacional de la Información y de la Documentación. De hecho, ha tenido un gran cambio de nombres, pasando por el Instituto Internacional de la Documentación en 1931, luego en la Federación Internacional de la Documentación en 1937 hasta el año 1988 en el que se convirtió en la Federación Internacional de la Información y de la Documentación. 

Antes de que existiera el IIB, Otlet y la Fontaine en 1893 transforman la sección bibliográfica de la Sociedad de Estudios Sociales y Políticas, en el Instituto Internacional de Bibliografía Sociológica. Al año obtienen una copia del Sistema de Clasificación Dewey y piden permiso para trasladar la clasificación y utilizarla con fines bibliográficos. En 1985, Paul Otlet y Henri La Fontaine logran la primera invención en clasificaciones bibliográficas basada en el sistema de Dewey.

Si bien, Dewey se basaba en la organización sistemática por temas numerados correlativamente, Paul Otlet aportó innovaciones, entre ellas, el empleo de una notación relativa decimal, símbolos para la combinación de las diversas numeraciones y capacidades relacionales de las temáticas clasificatorias, principalmente. Estas mejoras e innovaciones se tradujeron en la publicación de la Clasificación Decimal Universal, conocida como la CDU. Dicha Clasificación permitía la subdivisión de las materias y áreas de conocimiento de manera ilimitada respondiendo al principio de orden del conocimiento. Con este trabajo se tuvo que re denominar al Instituto Internacional de Bibliografía Sociológica al Instituto Internacional de Bibliografía. Lo que significó el germen de desarrollo de una nueva disciplina científica, que posteriormente se redefiniría como Documentación y la toma de conciencia de un trabajo a gran escala, el proyecto RBU o Repertorio Bibliográfico Universal.

Ahora, según Otlet, no se podía permitir tratar a documentos y publicaciones científicas sin un procedimiento, pues corrían el riesgo de duplicar trabajos, especialmente en las Ciencias Sociales y en las Humanidades. Con ello, propone varias vías de solución entre ellas el de estableces una clasificación científica de las fuentes y elaborar un catálogo de fuentes que incluyera una indización y un resumen de cada una. 

Bajo estas directrices, inician un importante trabajo, Otlet y La Fontaine comienzan a realizar una bibliografía de las ciencias que recopila, organiza y clasifica las fuentes científicas, incluyendo publicaciones primarias. Con esto surgió un método bibliográfico para la investigación científica, una importante aportación de Otlet y la Fontaine para la disciplina de la bibliografía. Esto es debido a la gran diferencia de las bibliografías tradicionales que pretendían servir como mero elemento de control, descripción y recuperación, es decir, Otlet y Fontaine comienzan una tarea que luego se conocerá como repertorio o bibliografía científica.

Cabe mencionar que en el Tratado de Documentación de Paul Otlet, viene un pequeño tratado de Síntesis Bibliográfica, incluyendo un apartado con las temáticas y demás. Por lo que podemos cerrar mencionando que estos dos personajes fueron fundamentales para abordar de diferente manera a la bibliografía. Enriqueciéndola para que estas publicaciones científicas puedan ser fácilmente recuperables y que no se queden en el olvido.
Una vez explicado los orígenes e importancia de esta institución, se continuará con los personajes Paul Otlet y Henri La Fontaine que resultaron personas importantes para la bibliografía y su desarrollo.

En los avances de la bibliografía surgieron dos personajes importantes que revolucionaron y propusieron una nueva visión que trabajar en el futuro del mundo de la información. Estos personajes son Paul Otlet, nacido en Bruselas en 1868, con una formación y estudios superiores en la Universidad de Lovaina en donde estudió Derecho, Sociología y Economía Política, cabe mencionar que en dicha Universidad tuvo una importante reputación como bibliógrafo de prestigio. Ha tenido muchos logros a lo largo de su vida que incluyen áreas del conocimiento en las Ciencias Sociales. Falleció en 1944, reconocido por su dedicación a la humanidad y la cultura, fundó y organizó asociaciones e instituciones para promover la expansión del conocimiento intelectual y para situarlo en la política de un nuevo mundo. “Bibliógrafo utópico e internacionalista, imaginó y describió el uso de máquinas todavía sin inventar.” (Arnau, 1994. p. 156) 

Otro personaje es Henri La Fontaine, el cual colaboró junto con Otlet en la creación del CDU, que son las siglas de la Clasificación Decimal Universal; en la constitución del Instituto Internacional de Bibliografía de Sociología en 1893, institución en donde Otlet plasmó sus ideas inspiradas por Edmond Picard y Ferdinand Larcier. En el siglo XIX eran ideas revolucionarias y formaban parte de valores y parámetros que la disciplina de la Documentación tiene como base teórica. Sus trabajos y actividades se verían reflejados en todo el mundo y hasta nuestras fechas.

En cuanto a Henri La Fontaine, el nació en Bruselas en 1854, estudió leyes en la Universidad Libre de Bruselas, pronto alcanzó una buena reputación como autoridad en derecho internacional. Además de tener un galardón con el Premio Nobel de la Paz por fomentar buenas relaciones entre Alemania y Francia. Fue autor de un gran número de manuales legales y fundador de la revista La Vida Internacional. Falleció en 1943, reconocido como bibliógrafo, documentalista, internacionalista, escritor, político, organizador y en cualquier circunstancia, dispuesto a actuar de consejero y mediador en los programas particionales con Otlet. (Arnau, 1995. p. 157)


Por último, Otlet comenzó un ambicioso proyecto que se conoce como Control Bibliográfico Universal (CBU) o Repertorio Bibliográfico Universal (RBU), el cual se describe así: “El RBU comprenderá el inventario clasificado por materias y autores de los libros y publicaciones aparecidas en todos los países, en todas las épocas y sobre todos los temas.” (Citado por Arnau, 1994. p. 159) 

Otlet lo tenía dividido en diferentes repertorios parciales y el CBU empezó como una red, la cual se presentó como un sistema para tener la información disponible en favor de la sociedad. 

En el presente, gracias a la combinación de HTTP y HTML, por el gran personaje Tim Berners-Lee, se creó una herramienta que está presente en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana y del desarrollo del S. XXI, que es la World Wide Web (WWW) o mejor conocida como la web.

"Con un navegador web, un usuario visualiza sitios web compuestos de páginas web que pueden contener textoimágenesvídeos u otros contenidos multimedia, y navega a través de esas páginas usando hiperenlaces." (Wikipedia, 2014)

Este pequeño invento, resulta ser similar a lo que tenía Otlet con el CBU y el ideal de Biblioteca Universal que muchos bibliográfos han tratado de crear. Un recinto en donde se pueda almacenar, consultar y publicar información que esta al alcance de todos. El único problema con esta herramienta es la falta de filtros, normas y registro de la información que se publica. Aunque es fácil recuperar la información gracias a buscadores y metabuscadores como Google, Zotero, etc. La información puede estar desactualizada, sin un respaldo de autoridad, en fin, no contiene estandares de calidad, ya que cualquiera puede publicar y poner información en la web. Además, el usuario, ha sido educado para tener uso de esta herramienta pero no para la selección, recuperación y forma de almacenamiento que le puede ayudar a tener mayor control sobre la información que necesita, lo que reduciría considerablemente, el tiempo que pasa en la computadora, perdido en el océano digital. 

Esta web llena de relaciones, hiperenlaces e información, resulta ser una excelente herramienta para nosotros, para poder poner a disposición del usuario, los registros de sistemas y redes bibliotecarias. No solamente de una biblioteca, sino de un país entero, o de una área determinada de conocimiento. Puede ser la herramienta ideal para tener ese Universo de información a disposición de todos. Bueno, como Otlet, se vale soñar ¿no creen?

En resumen, la bibliografía refleja ser más que un elemento importante de cualquier todo trabajo académico o de investigación, esa es sólo una de sus funciones. La razón principal, lo que vuelve tan importante la bibliografía es la red de información y el fundamento teórico que sustenta tus propias ideas y proyectos. Esa esencia pérdida y que muchos estudiantes juzgan de irrelevante para sus trabajos (e incluso algunos investigadores, personas de renombre y de interés). Ésta es una de las razones por las que nosotros como estudiantes e incluso como académicos y profesionales, tenemos que tener cuidado a la hora de escribir la bibliografía. Además, como bibliotecólogos, podemos encontrar útil todas las fuentes consultadas de una obra para poder desarrollar colecciones útiles y excelentes para el usuario. Y utilizar la web, para poder ampliar nuestra red de información y guiar al usuario a través de ella, lo que resulta importante y extremadamente útil para la búsqueda y recuperación de información en este S. XXI.


¿Qué opinan sobre la WEB y la relación que tiene con el registro y el acceso a la información? ¿El registro electrónico es mejor que el registro físico? ¿Cuáles serían las ventajas y desventajas de tener toda la información y sus relaciones en un espacio intangible? ¿Realmente es posible tener toda la información en un solo recinto? 

Tantas dudas sobre el espacio de la información, su registro y manejo. Dudas que pueden llevarnos a ser visionarios y ser responsables de cambios increíbles en el futuro o que pueden opacarnos y llevarnos a una parálisis en cuánto a nuestro desarrollo. Ojalá y esta entrada les ayude a reflexionar e ir más allá de lo que se presenta, siempre es bueno saber el origen de las cosas, entender sus relaciones con el mundo que nos rodea y ver su desarrollo. Sobre todo, en el mundo de la información.

Espero que encuentren útil esta entrada, fue un verdadero placer aprender sobre el presente y el pasado de la bibliografía, en lo personal, aprender y entender sobre estos elementos es relevante para nuestra formación, tanto profesional como académica. Son pequeños detalles, fácilmente pasados por alto y sin embargo, son realmente importantes. 

En la siguiente entrada, se hablará del libro como objeto de deseo, el autor y el lector y también, hablaremos sobre movimientos importantes en la información científica, como lo es el Acceso Abierto. 

Gracias por leer a esta Aprendiz de la Información. Hasta el viernes.

Bibliografia consultada

Arnau, P. (1995). Trascendencia de la vida y obra de Paul Otlet. En: Revista General de Información y Documentación. Vol. 5. Madrid: Universidad Complutense de  Madrid.
 
Rayward, W. B. (1997). “The Origins of Information Science and the International Institute of Bibliography/International Federation for Information and Documentation (FID)”. En: Journal of the American Society for Information Science, 48 (4), pp. 289-300.

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