miércoles, 23 de enero de 2019

El reto de los 50’s: La muerte del comendador (Libro 1)

Como buena escritora cumplo mis promesas. Esta es la reseña de “La muerte del comendador” el primer libro que leí este año. Aprovecho para comentarles que ésta publicación contiene algunos spoilers/destripes (y reflexiones de vida). Espero que les guste. ¡No digan que no se los advertí!

¡Spoiler Alert!


Publicado en el 2018 por Tusquets Editores con la traducción de Fernando Cordobés y Yoko Ogihara; es el primer libro de una serie compuesta por dos tomos y es el cuarto libro de Haruki Murakami que leo en mi vida.

Curiosamente Murakami y yo tenemos una relación de mejores amigos: no necesitamos “hablar” todo el tiempo, pero cuando lo hacemos se siente la cercanía que hemos creado con el tiempo mientras platicamos de nuestro crecimiento. Los libros de Murakami que poseo se han desarrollado junto conmigo. Este libro en especial, ha llegado en un momento vital de mi vida.

Creo que el 2018 fue un punto de quiebre para varias personas, especialmente en mi país (México). Pero hablando específicamente de mi vida, fue el año en el que figurativamente se destruyó gran parte de mi identidad y se alcanzaron varios de mis objetivos. Por ello el libro de Murakami es tan vívido que duele.

El narrador es un retratista casado por seis años con su esposa Yuzu, hasta que un día ella le dice: “Me es imposible seguir viviendo contigo”. En ese momento se desata la rueda en la que se encuentra el protagonista y comienza a experimentar con una serie de cambios (muchos de ellos realizados a regañadientes) para superar esta ruptura entre su mundo de ideas y la realidad.

Murakami empieza platicándote sobre el pasado del narrador: Como se convirtió en retratista y el porque; su historia familiar (el típico hijo de familia rica que en contra de sus obligaciones decide volverse artista), su tragedia (la muerte prematura de su hermana) y como conoce a su esposa, así como también el inicio de sus problemas conyugales (de los cuales es totalmente indiferente hasta que su esposa expresa su necesidad de separarse).

El narrador después de la ruptura decide vivir como un ermitaño mochilero, recoge varias de sus cosas que tenía en su casa, las empaca en su automóvil y recorre el norte de Japón. Renuncia a su trabajo y le expresa a su agente que no aceptara un encargo más lo que decepciona un poco al señor ya que, el narrador, es uno de los mejores retratistas que existe.

Entre estos eventos Murakami te va explicando el trabajo artístico del narrador y el proceso creativo que realiza lo que me pareció extremadamente fascinante puesto que la forma en que describe técnicas, material y expresa sus análisis realizados a las obras, te deja muy interesado en seguir aprendiendo de la mano de Murakami sobre el mundo de la pintura y específicamente del retrato.

Sin embargo a pesar de estas descripciones tan vívidas, el propio narrador te expresa su inconformidad disfrazada de conformismo (no puedo pintar lo que quiero, pero al menos puedo pintar). Esta serie de contradicciones se desarrollan en varios de los personajes, un ejemplo es el caso de Yuzu que a pesar de la necesidad de separararse del narrador quiere mantener una relación de amistad íntima (pero no a nivel físico, si leen el libro sabrán porque). Murakami con este tipo de observaciones y narrativa, comienza poco a poco a introducirte al mundo de ideas de los personajes en la historia, especialmente del narrador.

Casi toda la primera parte sucede en el mundo solitario y creativo del protagonista, hasta que un día un amigo suyo llamado Masahiko Amada le ofrece la casa de su padre, Tomohiko Amada, que es un famoso artista de técnica japonesa. El narrador acepta el alojamiento temporal como una oportunidad de reencontrarse con su parte artística (ya que él había decidido no pintar nada más), todo esto sucede porque dentro de él nace una pequeña semilla de inquietud que le da la motivación para buscar pintar lo que él quiera. Su amigo lo felicita y le comenta que mientras viva en la casa de su padre puede enseñar clases de pintura a niños y adultos para subsistir.

Una vez que se traslada a la vivienda el narrador comienza a conocer más sobre el antiguo residente que es amante de la ópera europea y además, descubre un cuadro de técnica japonesa que se titula “La muerte del comendador”. Extasiado con el cuadro, se pasa días siguiendo una rutina de inspiración, observación, impartir clases y ocasionales visitas de dos amantes que conoce en su clase de pintura, las primeras mujeres con las que tiene relaciones aparte de su esposa.

Así pasan unos meses en los cuales también descubre un búho viviendo de a gratis en el desván y, contemplando una vista maravillosa del valle que se encuentra ante la casa de Amada oculta entre las montañas. Al observar con detenimiento comienza a notar que en una de las casas vecinas un señor sale de vez en cuando a su terraza y en su rutina, el protagonista comienza a interesarse en la identidad de su misterioso vecino.

Esta escena me agrada mucho, imaginen unas velas blancas firmes sobre un océano de árboles. Esa es la casa misteriosa que ve el narrador y creo que es una de las descripciones más bonitas que he leído.

Justo cuando comienza a elucubrar sobre su misterioso vecino, el agente con el que antes trabajaba le habla de un encargo muy especial: un último retrato con toda la libertad artística y una suma de dinero nada detestable por realizar el mismo, la única condición es que la persona retratada debe modelar para el narrador, cosa que a él nunca le ha interesado que hicieran sus clientes mientras era retratista (esto es fundamental en su proceso creativo).

Al principio mis observaciones apuntaban a que el cliente era un fanático acosador que quería apoderarse del afecto del narrador, pero conociendo a Murakami la historia no era tan predecible. Así que te presenta a un personaje que en el mundo real podría ser un Bill Gates japonés, un empresario dedicado al mundo de la información (me emocioné mucho porque Murakami estaba presentando a un personaje que trabaja de bibliotecario moderno) y tanto el narrador como Menshiki (que resulta ser el cliente y el misterioso vecino) comienzan a desarrollar una íntima relación de amistad.

Poco a poco, se desenredan distintos acontecimientos algo sobrenaturales que involucran a ambos personajes y entre intercambios de verdades a medias, convivencia y rumores, resulta que la casa de Tomohiko Amada reproduce el mundo de ideas del narrador, a tal punto que él mismo siente que se está volviendo loco. Así que le pide a Menshiki que lo acompañe en su descenso a la realidad.

Es ahí donde aparece el "Comendador", una entidad que afirma que es una idea y ha vivido por miles de años. Buscaba al narrador porque le gusta ser un observador de vida y poco a poco le va aconsejando y enseñando un poco sobre como despertar los secretos que oculta el cuadro de Amada y también el misterio que personifica Menshiki. Sus motivos aún son desconocidos.

Entre estos personajes y su relación constantemente se habla de la muerte, la pérdida y también una serie de conspiraciones de la vida, así como también las conspiraciones creadas por el hombre (en este caso Menshiki). Poco a poco observas como el narrador se vuelve el centro del universo en que se unen el mundo de las ideas y la realidad, como estos lazos afectan la mente creativa y también como puede impulsarnos a un universo en el que podemos explotar nuestra persona y el modo en como nos relacionamos con otros.

Al final, el libro te deja con un anzuelo, ya que justo cuando el narrador recupera esas ganas de pintar y sus obras de arte se vuelven muy buenas (justo lo que quería lograr antes de caer en su matrimonio conformista y su trabajo mediocre, pero valioso) Menshiki le confiesa al narrador su pequeño (y algo sucio) secreto. Es ahí en donde el enfoque de la historia pasa directamente a Menshiki y el propio narrador se da cuenta gracias al "Comendador", así que para evitar caer por completo en las maquinaciones de su misterioso amigo el narrador decide acompañarlo en su aparentemente "inocente" travesura, sin dejar de lado su propio protagonismo y voluntad.

Lo que me fascinó de este libro es que sentí (no leí, realmente sentí) la misma sensación que te deja el final de la película "El Origen" (en inglés "The Inception").

Murakami utiliza múltiples referencias que desatan acciones paralelas y al final no sabes si el narrador está en el mundo de sus ideas o en la realidad (similar a lo que la película de Christopher Nolan trata de hacer). Esta ruptura pierde fuerza una vez que aparecen otros personajes que interactúan con el protagonista, sin embargo, no logran quitar la sensación que él mismo propone, que el mundo de sus sueños rasgan el manto de la realidad y observa el acercamiento de algo importante que viene a impactar (y transformar) su vida para siempre.

El narrador utiliza esta historia para lidiar con la pérdida de su vida que creía perfecta hasta que su mujer lo saca del sueño; cuando está solo tiene un encuentro que lo obliga también a regresar a la realidad y con ello a la casa de Amada; cuando conoce a Menshiki el mundo de la pintura es más fascinante y por fin ha encontrado el estilo que lo puede llevar al estrellato; cuando conoce al "Comendador" empieza a entender poco a poco la importancia de que las ideas forman la realidad aunque sean simples observadoras del comportamiento humano y aunque la realidad a veces pelea con el mundo de las ideas, éstas sobreviven para dar formas y preservar lo que se considera importante para uno (en el caso del narrador, un corazón roto y una realidad rota, da vida a retratos vivos y maravillosos).

Y digo que el narrador utiliza la historia porque conforme vas leyendo te vas dando cuenta que su historia requiere de un testigo para que pueda seguir avanzando. Mientras leí el libro sentí que muchas escenas y momentos se reflejaban en mi propia vida (quizá por eso lo terminé en menos de una semana). El propio narrador hace esta observación:

"Después de colgar, me senté en el salón para leer la historia de Akinari Ueda. Leí primero el texto original y después su adaptación al japonés moderno. En la versión actualizada había algunos detalles distintos, pero, como me había dicho Menshiki, lo que contaba se parecía mucho a lo que estaba viviendo yo."

Curiosamente al llegar a esta parte del libro, yo misma noté que lo que le había sucedido al narrador le había pasado a varias personas que conozco, incluyéndome (de aquí la observación que escribí al principio sobre los cambios que transformaron la vida de muchos en el 2018).

Murakami utiliza referencias literarias, artísticas, musicales e incluso contemporáneas para sumergirnos en una historia que es informativa y a la vez amigable, uno se puede relacionar con ella en distintos niveles. Creo que en algún momento todos hemos sentido que nuestro mundo no es lo que pensamos, la realidad lo derriba y con ella a nosotros.

Sentimos que todo lo realizado es frágil y puede desaparecer en un instante, sin embargo, Murakami nos explica con esta fantástica historia que no es así.

Al contrario, esas ideas son las que fortalecen tu realidad y al final la crea. El problema es que no sólo son tus ideas las que forman el mundo, sino que existen otros mundos de ideas en los que las contradicciones son fáciles de encontrar y tenemos que convivir con ellas (como lo vemos con el desarrollo de cada personaje que aparece en la historia).

Ésta puede ser una reseña muy subjetiva pero te invito a que compruebes por ti mismo el poder vital y mágico que emana de este libro. Recomiendo al 100% esta lectura que me ha dejado con un buen sabor de boca y un mayor apetito para volver realidad el mundo de ideas que viven en mi cabeza. "La muerte del comendador" es una explosión de creatividad bellamente representada que me ha permitido compartir con Murakami una buena experiencia literaria y llegar a un nuevo nivel de autoconocimiento que no creí que existiera.

Los invito a compartir conmigo sus observaciones y no dejen de seguir mis redes sociales para conocer un poco más sobre el mundo de la información y mis experiencias al explorarlo y trabajar en él. Espero que les haya gustado esta reseña.

Muchas gracias por leer a Aprendiz de la información

Referencias

Murakami, H., Cordobés, F., & Ogihara, Y. (2018). La muerte del comendador: Libro 1.

martes, 15 de enero de 2019

El reto de los 50’s: como terminar un reto de lectura 2019

Desde hace unos diez años, tal vez menos, escuché en la radio que Finlandia (o Noruega, no recuerdo con exactitud el dato) poseía el récord de lectura con 50 libros al año por persona. Recuerdo que no podía creerlo porque yo no podía leer más de 20 o 30 libros al año y en mi ímpetu juvenil, decidí cumplir con dicho objetivo.

Antecedentes lectores: un vistazo a mis hábitos lectores.

Diez años después sigo con mi récord establecido y ya se ha vuelto frustrante. Tengo una amiga que asegura que puede leer tres libros en tres días. Y he de confesar que los libros que leí más rápido fueron los de Harry Potter, uno por día.

Ahora, creo que una de las razones por las que leía tanto era porque la mayoría de mis amigos tenían intereses distintos a los míos y también mis horarios siempre han sido un poco extraños como para estar saliendo a cada rato. Mi vida se ha visto rodeada de mudanzas y periodos de cambio constante, si no estaba mudándome, tenia algún curso o actividad recreativa que absorbía mi tiempo. Así que la mayor parte del tiempo la pasaba leyendo porque era una buena forma de tener algo de compañía sin importar el donde y el cuando.

Cuando entré a la universidad, me encerraba en bibliotecas, creo que pase más tiempo en bibliotecas que en el salón de clases. Porque al fin y al cabo, los libros de otros era una buena forma de contrastar lo aprendido en clase. Sin embargo, no fue el período en el que más leí (ese sin duda, fue la preparatoria) sino en el que más puse en práctica todo lo leído. Y casualmente, la universidad fue el período en el que más aprecie todo lo que leí en mi vida.

Debido a muchos cambios sucedidos en los últimos tres años, mis hábitos lectores se redujeron bastante. A tal punto que llegué a leer como unos 15 libros a lo mucho, lo que sí aumento fue la lectura de artículos y capítulos de libros especializados en las profesiones de la información. Así estuvo por un tiempo… hasta este año.

Verán, este año cumplo 27 años de edad y desde que tengo 17 años, me fije una serie de metas que quería cumplir antes de los 27. Gracias a muchos factores (incluyendo esfuerzo y sacrificios), muchas de mis metas se han cumplido mucho antes de los 27, pero hay otras que por procrastinación e inseguridad no he logrado concluir. Uno de ellos es el reto de los 50’s y al autoevaluarme detecté varias razones por las que no podía terminar el reto:

  1. Falta de libros. Hubo un momento en el que no podía adquirir o pedir prestados libros y no contaba con recursos o amigos para poder ampliar mi universo bibliográfico, así que hubo un tiempo en que fue difícil cumplir el reto por la falta de recursos.
  2. Mala administración de tiempo. Siempre me pasa, llega un momento dado en que tengo saturada la semana que no puedo dedicarle ni 10 mins. a avanzar a mis lecturas programadas.
  3. El síndrome de hibernación lectora. Llega un momento dado en que me ha desencantado los libros que elijo leer y es ahí en donde le pongo pausa a mis apetitos lectores y los pongo a dormir, curiosamente sucede en verano… nunca he encontrado una razón lógica para ello.
  4. Demandas de atención. Curiosamente se divide en tres áreas: trabajo, familia y recreativo. Aunque no lo crean, la lectura para mí no es nada recreativa, todo lo que leo es porque me interesa desentrañar hasta el último misterio (quizá por eso soy bibliotecóloga). Entonces la lectura es una especie de característica de mi álter ego y a veces he de confesar que felizmente abandonaría todo lo demás con tal de pasarlo leyendo.  Sin embargo, no se me da el estar de ermitaña por mucho tiempo, lo más que aguante de esa forma fue un año… y supe que no era mi estilo. Así que el constante equilibrio ha tenido que batallar un poco para no volverme la ermitaña que no quiero ser y el monstruo social en el que puedo perder mi apetito lector.
  5. Culpa y abstinencia. Siempre leo más de dos libros a la vez y eso complica un poco las cosas, porque si no termino con un libro que empecé a leer aunque no me guste, los demás también los dejo de lado. En lugar de tomar otro libro de los que tengo pendientes, decido dejarlos todos y sumergirme en la hibernación… es mi forma de hacerles justicia o todos o nada.
Si se dan cuenta… el enemigo a derrotar es el que veo en el espejo. No hay nadie más que se interponga entre el premio del reto de los 50’s…excepto yo.

Así que diseñe la perfecta estrategia para poder cumplir el reto de los 50’s.

Preparando el camino hacia la meta: 50 libros por un año.

Paso 1: Agendar las sesiones de lectura. 
El tiempo que ofrece el traslado entre un lugar a otro, es una de las mejores oportunidades para poder lograr un reto de lectura. Así que de traslado de mi trabajo a mi casa y viceversa, es tiempo de lectura. Celular en modo silencio y prohibido no llevar un libro en mi mochila (o en su defecto, en el celular)

Paso 2: Hacer las paces con un libro que no atrapa. 
Este paso es importante porque me permitió encontrar vías alternas para poder lidiar con este tipo de situaciones. No sé si alguien más se siente culpable si no termina de leer un libro que no les gustó y sientes como el libro te juzga porque empezaste algo que no vas a terminar. Al principio, pensé que era demasiado exagerado, pero sí es importante que aprenda a lidiar con estos sentimientos. Así que lo que empecé a hacer es agradecerle al libro (en serio, decirle gracias en tu cabeza o ponerle una notita como si estuvieras terminando una relación) y pasar a los siguientes. Puede ser que en algún momento de tu vida lo vuelvas a ver y exista la motivación para terminarlo, pero eso no debe detenerme para seguir leyendo.

Paso 3: Incentivos. 
Hace poco leí una infografía que recomendaba lo siguiente: Al empezar una nueva rutina siempre debes tener un incentivo para poder completarla, de esta forma vas a ir aprendiendo una rutina y fomentando la disciplina para terminarla. Es difícil, pero decidí resolver este problema con otro de los obstáculos de mi reto: la falta de libros. Así que cada mes, compro uno o hasta tres libros, sólo si termino de leer la misma cantidad de libros en ese mes. También utilizo libros electrónicos, pero para evitar las interrupciones, utilizo mi celular en modo avión lo que es un poco problemático porque hay ocasiones en que me mandan muchos mensajes o llamadas y no quiero preocupar a nadie mientras estoy cómodamente leyendo. Otro incentivo es el de ver series o ir al cine. Si logro terminar un libro del que sé que van a sacar películas o series, antes de verlas debo terminar el libro. Incluso los cómics o mangas entran en esa categoría, así que me ha permitido explorar otros géneros y recursos, mientras sigo leyendo con la intención de obtener la recompensa de un nuevo libro o una tarde de entretenimiento.

Paso 4: El plan inclusivo lector. 
Tengo un amigo con el que siempre soy muy competitiva y la única razón por la que he leído los libros tan rápido es para llegar y contarle todo lo que he leído en la semana. A la hora que lo veo o mensajeo con él, siempre tengo un dato nuevo que leí o que recordé sobre un libro y en su proceso de mejorar sus hábitos de lectura, él hace lo mismo. Algo así he tratado de implementar en mi vida, en todos los aspectos trato de incorporar o mencionar algo que leí a mi familia, mis amigos y mis compañeros de trabajo. Esos pequeños datos, abre la puerta para recomendaciones y también para tener conversaciones diversas y entretenidas. Comparto tiempo con ellos y en el proceso también busco otros libros para mi reto de los 50´s.

Paso 5: Reportando el progreso. 
Así como a otras personas les gusta que reconozcan su esfuerzo a la hora de cumplir con la dieta, sacar la tesis, entre otros logros, es importante reconocer el esfuerzo que se está realizando para cumplir una meta. Sé que es importante el autoreconocimiento y éste se complementa con los incentivos que me regalo, pero rescatando un poco el paso 4, la motivación de compartir lo leído y tus puntos de vista puede llevarte a aprender más cosas y a libros diferentes con los que has compartido toda tu vida. Así que, a mí me interesa incrementar esta sensación de bienestar, compartiendo lo que leo en este blog.

El reto de los 50´s: la sección de lectura de la Aprendiz.

En esta sección, lo que estaré publicando son reseñas de libros que he leído y además pequeños ensayos relacionados a todo lo que me han enseñado. Es una oportunidad para también fomentar un poco mis habilidades de escritora a una audiencia, porque realmente en estos últimos años sólo he escrito para mí. Así que espero que les guste mucho la sección y los invito a seguir mi perfil de Goodreads que ha sido muy útil para llevar un seguimiento de mis hábitos lectores. El primer libro que leí este año es de Haruki Murakami y se llama “La muerte del comendador” que forma parte de una serie (y ya muero por saber que sigue).

Resultó ser un libro muy interesante y en esta entrada, les dejo un poco de la reseña que estoy escribiendo y espero publicar pronto.

“La historia habla de una transformación interna y la necesidad de alejarse para poder encontrarse uno mismo. Se ve la duplicidad de estados y lo complicada que puede ser la vida, mientras uno busca el equilibrio. El tomar la importante decisión de dedicarse a uno mismo para poder estar bien en el mundo real y a la vez dejarse seducir por el mundo de las ideas.
Como el pasado de otros y el propio puede enriquecer nuestras vidas, así como también envenenarla si uno no es precavido y selecto con lo que decide dejar entrar o no. Lo que más me gustó fue la descripción de los escenarios y las obras de arte que describen. La narrativa de Murakami me ayudó mucho a reproducir la historia en mi memoria visual, como si fuera una película. Pocos libros tienen tanta profundidad y sobre todo tanta realidad en su historia. A pesar de jugar con los fantasmas, los miedos y también la lucha por continuar tu vida entre las dificultades, el libro parece respirar y pensar por su cuenta.
Los personajes son complicados y atractivos, narradores muy interesantes que en silencio cuentan mucho más que con sus palabras.”
Recuerden seguirme por redes sociales para estar al pendiente de mis publicaciones y reflexiones. Tienen toda la libertad para juzgar si cumplí el reto de los 50´s y sobre todo para animarme, acompañarme y platicar conmigo sobre su travesía lectora. Me interesa mucho saber qué opinan y cuál es el reto de lectura que han decidido cumplir este año y, si no tienes uno, comenzarlo con alguno de los pasos que me han ayudado a tener una mejor experiencia lectora.

Espero que esta entrada les haya gustado y gracias por leer a esta Aprendiz de la Información.

Referencias

Aprendiz de la Información. Perfil Goodreads. Disponible en: https://www.goodreads.com/user/show/46005400-alegna-zamir

Enlaces de interés

Meza Orozco, Nayeli. (2013). El top 20 de los países que más leen. Forbes. Disponible en: https://www.forbes.com.mx/el-top-20-de-los-paises-que-mas-leen/
Sabogal Manrique, Winston. (2014). Finlandia el país que ama a los libros. El País. Disponible en: https://elpais.com/cultura/2014/10/02/babelia/1412266622_185872.html
Andrés Felipe. (2017). Lectura furiosa ‘round’ 2: La guerra no es cumbiamba. Lo que me pasó después de proponerme leer 50 libros en un año. Disponible en:
https://medium.com/espanol/lo-que-me-pas%C3%B3-despu%C3%A9s-de-proponerme-leer-50-libros-en-un-a%C3%B1o-f834f2894bf5