martes, 16 de abril de 2013

Prácticas Escolares: El Archivo General del Estado de Guanajuato y la Biblioteca Armando Olivares (parte 1)

Las siguientes dos entradas van a ser de puras experiencias y anécdotas, esto es debido a que la semana pasada, tuve el placer de ir a Guanajuato para visitar la Biblioteca Armando Olivares y el Archivo General del Estado de Guanajuato. 

Fueron días agradables y llenos de experiencias que me hicieron crecer como estudiante de la licenciatura, como persona consciente de la falta de interés por estos centros importantes para el desarrollo de la sociedad y también como futura profesional en la carrera de Bibliotecología y Estudios de la Información. A continuación hablaré sobre el Archivo General del Estado de Guanajuato, el cual dejo en mí unas profundas marcas que me abrieron los ojos ante las siguientes situaciones:
  1. Que la carrera realmente queda mucho a deber en cuanto a la oferta de profesionales para que cuiden y trabajen en las bibliotecas y diversos centros que necesitan de bibliotecólogos (científicos de la información, gestores de la información, bibliotecónomos o cualquiera de los mil ocho mil nombres que se nos ha dado).
  2. La falta de presupuesto en estos centros son un grave problema, además de la falta de conocimientos por parte de los encargados para poder saber que es lo que mejor conviene adquirir a estos centros (bibliotecas, archivos, centros de cómputo, etc) para el cuidado, preservación y manejo de estos recursos. 
  3. La falta de capacitación y formación profesional (punto que está estrechamente relacionado con lo primero) es un problema que no permite a estos centros ser explotados adecuadamente  por los usuarios.
Los puntos anteriores fueron los que más causaron un impacto dentro de mí, como estudiante de la carrera y también como amante de los libros y archivos (culpa de mi curiosidad y de mis ganas de seguir aprendiendo). Fue un shock el ver su modernísimo sistema para mantener la humedad dentro de los establecimientos que guardaban los archivos históricos y ejecutivos en el Archivo General. Imaginen entre los estantes un sistema complicado compuesto por un travesaño de material resistente recubierto por una serie de hilos entretejidos que reposaban en un excelente recipiente lleno de agua que se evaporaba con el calor de una serie de paneles metálicos en lo alto. Es decir, un palo de escoba con una jerga encima de una cubeta con agua evaporada por los techos de lámina y los fuertes rayos solares. El colmo fueron los archivos guardados en cajas de detergente Roma y cajas de Huevo Bachoco (que hacía siglos que no veía una caja de ese tesoro que ahora es manjar de pudientes). 

Esta visita, dejo en claro la falta de atención que tienen en los centros encargados de cuidar la información. En la visita, a pesar de tener instalaciones bonitas, la verdad son meras adaptaciones de edificios, no son construcciones que cumplan con el objetivo de ser funcionales para la organización, preservación y cuidado de estos materiales preciosos que guardan retazos de memoria del Estado. Incluso esta aprendiz y un querido amigo pegaron un brinco tremendo al ver todo este tipo de fallas en estos dos recintos importantes, además que el sistema de organización dejaba mucho que desear. Y no hay manera de reclamarles porque francamente, estábamos hablando con abogados, historiadores, ingenieros y personas que tenían una formación "Técnica" (y pongo las comillas, porque realmente ni siquiera poseían un título de técnicos en biblioteconomía o archivística, solo estaban capacitados por cursos y la formación basada en experiencias profesionales). 

Incluso me da un poco de cruda moral el hablar así de personas que tan amablemente nos dieron una visita guiada por estas instalaciones, explicándonos cada uno de los elementos que cuidan, que protegen y que trabajan a diario para que estos materiales estén bien, en condiciones de ser utilizados por un usuario curioso o que necesite de esta información. Desde la historiadora encargada del taller de restauración hasta el encuadernador que heredó tal oficio de su padre, realmente se observaba ese ahínco y dedicación en su trabajo y eso es algo que aprecié muchísimo, durante toda la visita. Al fin y al cabo, la mayoría de esas personas conocen ese valor importante que tienen estos archivos y acervos para su estado e intentan por todos los medios que estos recursos estén bien.

Sin embargo, el sentimentalismo se desvanece al recordar de nuevo las cajas de Huevo Bachoco (risas). A veces es necesario realmente asestar un buen golpe para poder lograr conciencia en las personas y que estás se interesen. Pero estos golpes no llegan, al menos no a muchos. Para esto, creo que nuestra carrera puede influir mucho al respecto.

 La Bibliotecología es una disciplina que se requiere, mejor dicho, que se necesita aplicar urgentemente a todo lugar que maneje información, sobre todo si este lugar es el guardián de las memorias y papeles importantes del estado o de la Nación (¿en serio confiarías en alguien que guarda tus declaraciones notariales en una caja de Huevos Bachoco o de jabón Roma?, NO INVENTEN). El hecho de que esta falta de recursos económicos, de profesionales y de efectividad afecte de esta manera a las bibliotecas y archivos, son casos que los futuros bibliotecólogos y los actuales profesionales deben de empezar a preocuparse por arreglar. Sé que es de gran importancia también el definir la carrera, pero como ya se ha mencionado antes, a veces la teoría es mucho mejor si se ve aplicada directamente a un objeto que la sociedad use cotidianamente (en este caso los archivos y bibliotecas). Y eso es algo que últimamente, se está desviando mucho de la vista de los profesionales de la carrera (que pertenecen a los mil ocho mil nombres para la carrera), aunque es verdad que existen en México unas cuatro escuelas que ofrecen en su formación una gran influencia en procesos técnicos y administrativos, la mayoría de estos profesionales se van a empresas privadas o se dedican a otros proyectos, dejando abandonados estos centros de gran importancia. 

Esta entrada está plagada, de mi opinión, así que no se lo tomen a mal. La verdad son estos casos los que te ponen a analizar que onda con la realidad que no te explican muy bien en la escuela. Te dan una idea pero al final, no te imaginas que llegan al extremo de las cajas Bachoco y de los sistemas ultra modernos de control de humedad (leáse con bastante inquietud y sarcasmo). 

En esta entrada, deposité mucho de mí, como aprendiz y espero realmente haber contribuido un poco a dar esos golpes que despierten la conciencia de los demás. Me despido por esta noche con la promesa de ponerme al corriente en las entradas, pues se supone que debería tener 4 entradas por mes. Sin embargo, me quedó muy corta y sólo he publicado 3 por mes. Quizás sea por las mil ocho mil cosas que siempre estoy haciendo (risas). 


Gracias por leer a esta aprendiz de la información.



2 comentarios:

  1. Cruda, pero al final es realidad. Sin embargo, ahora es tu trabajo o el mío, es decir, la labor de estas cuestiones también depende de jóvenes especialistas. Así que aunque se trate de un trabajo titánico, es posible proteger los acervos que ayudan a producir conocimiento., no es una tarea sencilla pero tampoco es imposible. Hagamos conciencia y a difundir nuestros intereses y preocupaciones.....

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    1. Muchísimas gracias por tu comentario, efectivamente, cruda pero sigue siendo la realidad que nos rodea y más vale que nosotros, como personas conscientes logremos difundir y trabajar para poder proteger esta principal fuente de conocimientos.

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