Continuando con la entrada anterior, el aletargamiento de las actividades bibliotecarias, termina en 1850 con la preocupación de organizar las bibliotecas, brindar un buen servicio y preparar al personal que organiza la información. Aquí entra el reconocido personaje de José Vasconcelos, quien crea la primera red de bibliotecas en un país en el que la mayoría de su población era analfabeta. Sin embargo, gracias a esta intervención por parte de Vasconcelos se comenzó un desarrollo bibliotecológico, debido a la atención que se le prestó a la educación bibliotecólogica. Surgiendo con esto la primera Escuela Nacional de Bibliotecarios en 1916 con Agustín Loera Chávez como director y con Nicolás León, Alberto María Carreño y Juan B. Iguiniz como profesores, entre otros. La Escuela tenía como objetivo preparar empleados para el arreglo de bibliotecas que se tenían y las que se iban a tener. Cabe mencionar, que entre los personajes antes mencionados, Juan B. Iguiniz es uno de los promotores e importantes fundadores de las bases bibliotecólogicas mexicanas, por lo que en esta entrada, tendrá un papel muy importante a desarrollar.
Un año antes, en 1915 se inaugura la Academia de Bibliografía con la intención de formar personal capacitado y fomentar el deseo de mejorar el funcionamiento de las bibliotecas del país. Después en 1916 con el surgimieto de la Escuela Nacional de Bibliotecarios, se empiezan a dar cursos para el personal y se le cambia el nombre a Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archiveros con sede en la Biblioteca Nacional, con horarios vespertinos y su matrícula de estudiantes estaba totalmente formada por empleados. Esta escuela siguió funcionando hasta 1918, con sólo dos egresados registrados: Juana Manrique Lara (otro personaje destacado) y Atenogénes Santamaría. La falta de egresados se debió a la alta deserción de alumnos y falta de presupuestos; un factor importante que contribuyó a la deserción de alumnos fue el requisito de tener los idiomas de fránces e inglés. En 1923 se manda al personal a la Escuela Nacional a tomar cursos de: Bibliografía, Catalogación, Clasificación y de Biblioteconomía. Después en 1925 surge la Segunda Escuela Nacional de Bibliotecarios como director estaba Juan B. Iguiniz y como uno de los profesores estaba Juana Manrique Lara, que introduce la tendencia americana dentro de la formación profesional bibliotecaria, sólo funcionó durante un año, por lo que en 1926 se dan cursos de capacitación en Biblioteconomía en la Biblioteca Nacional.
La educación bibliotecológica mexicana quedó solo en cursos de capacitación hasta 1945, año en el que se inauguró la Escuela Nacional de Bibliotecarios y Archivistas (actualmente conocida como ENBA), la cual no sólo daba capacitación sino que también aceptaba nuevos alumnos, tenía nivel bachiller y otorgaba el Título de Maestro de la Escuela Nacional de Maestros (esto se debía a que no existía el nivel de Licenciado en ese tiempo). Esta Escuela con el cambio de mentalidad se volvió una de las primeras escuelas de biblioteconomía en permanecer abierta hasta nuestros días y en desarrollar mejor la profesión. Se empiezan a abrir más escuelas pero muy pocas permanecen abiertas debido a la falta de difusión de la carrera y a la falta de estudiantes o recursos. Otra escuela que surgió fue la de la UNAM, que apareció en 1954 conocida como el Colegio de Biblioteconomía y Archivonomía que gradualmente fue adquiriendo más alumnos y desarrollando su plan de estudios, convirtiendose en la primer escuela en ofrecer los tres niveles de estudio (Lic., Mtro. y Dr.), todo esto en 1966, sin embargo cierra el nivel de doctorado porque no hay alumnos. Ahora en la UNAM, se le conoce como el Colegio de Bibliotecología y vuelve a ofrecer los tres niveles de estudio, es una de las ocho escuelas en México que ofrece la carrera de Bibliotecología como opción de estudio.
Otro dato importante de mencionar es que en 1981, se da un salto hacia la investigación con la fundación del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecólogicas mejor conocido como el CUIB, el cual fue publicando libros especializados en bibliotecología. Muchos de los investigadores del CUIB fueron desarrollando proyectos de gran importancia para el manejo y estudio de la información, algunos ejemplos son: los bancos de datos, la construcción de edificios bibliotecarios, participación en programas y redes mundiales de información, creación de más escuelas y el establecimiento de una maestría, además de ser un principal participante en conferencias y reuniones de asociaciones bibliotecarias tan importantes como IFLA y ALA. Este Centro, ahora es un Instituto el cual le proporciona un reconocimiento especial en la comunidad científica y académica; el ahora Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (conocido como IIBI) y fue reconocido como instituto el 30 de marzo del 2012.
Aún falta mucho por desarrollar en cuanto a cómo la bibliotecología se fue formando y estableciendo como disciplina profesional dentro del país, las acciones que personajes destacados como Juan Iguiniz y Juana Manrique, entre otros, fueron realizando para poder abir paso al desarrollo de la misma y también que elementos se fueron implementando para poder tener una base en la cual establecerse. Espero poder tener tiempo de llenar esos espacios en blanco en las siguientes publicaciones, debido a que esta entrada tenía de objetivo sólo tomar en cuenta los hechos de gran importancia para la Bibliotecología en México y lo que más ayudó esta disciplina fue la educación. Incluso, ésto se puede tomar como una característica fundamental de la bibliotecología en nuestro país, ya que a diferencia de otros países que fueron desarrollando esta disciplina con base en el desempeño de la profesión bibliotecológica, la bibliotecología en nuestro país fue desarrollandose a base de la fundamentación, educación e investigación.
Espero que esta entrada sea suficiente para poder abrir un poco sobre como la bibliotecología fue creciendo en nuestro país y lo que aun le falta por crecer. En la siguiente entrada, hablaremos un poco sobre las ocho escuelas de la disciplina.
Por mi parte, sería todo por hoy. Espero que tengan una excelente día y gracias por leer a esta aprendiz de la información.
Otro dato importante de mencionar es que en 1981, se da un salto hacia la investigación con la fundación del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecólogicas mejor conocido como el CUIB, el cual fue publicando libros especializados en bibliotecología. Muchos de los investigadores del CUIB fueron desarrollando proyectos de gran importancia para el manejo y estudio de la información, algunos ejemplos son: los bancos de datos, la construcción de edificios bibliotecarios, participación en programas y redes mundiales de información, creación de más escuelas y el establecimiento de una maestría, además de ser un principal participante en conferencias y reuniones de asociaciones bibliotecarias tan importantes como IFLA y ALA. Este Centro, ahora es un Instituto el cual le proporciona un reconocimiento especial en la comunidad científica y académica; el ahora Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (conocido como IIBI) y fue reconocido como instituto el 30 de marzo del 2012.
Aún falta mucho por desarrollar en cuanto a cómo la bibliotecología se fue formando y estableciendo como disciplina profesional dentro del país, las acciones que personajes destacados como Juan Iguiniz y Juana Manrique, entre otros, fueron realizando para poder abir paso al desarrollo de la misma y también que elementos se fueron implementando para poder tener una base en la cual establecerse. Espero poder tener tiempo de llenar esos espacios en blanco en las siguientes publicaciones, debido a que esta entrada tenía de objetivo sólo tomar en cuenta los hechos de gran importancia para la Bibliotecología en México y lo que más ayudó esta disciplina fue la educación. Incluso, ésto se puede tomar como una característica fundamental de la bibliotecología en nuestro país, ya que a diferencia de otros países que fueron desarrollando esta disciplina con base en el desempeño de la profesión bibliotecológica, la bibliotecología en nuestro país fue desarrollandose a base de la fundamentación, educación e investigación.
Espero que esta entrada sea suficiente para poder abrir un poco sobre como la bibliotecología fue creciendo en nuestro país y lo que aun le falta por crecer. En la siguiente entrada, hablaremos un poco sobre las ocho escuelas de la disciplina.
Por mi parte, sería todo por hoy. Espero que tengan una excelente día y gracias por leer a esta aprendiz de la información.
Muy buena entrada. Esperemos esta información sirva a futuros profesionistas para empaparse en la historia de la disciplina. Saludos!!
ResponderEliminar