El artículo nos da un gran panorama de cómo ha ido evolucionando el catálogo. Desde sus rústicos principios que son los rollos y los libros, hasta los OPAC´S. También explica que los catálogos bibliográficos van más allá de soportes, resultan ser creados con el propósito de servir como herramientas de registro de documentos que busca identificar las obras, detalles y rasgos distintivos, además se registran otros datos como: autor, autores, título, volumen y ubicación. Explica que empezaron como un conjunto de unidades móviles y fueron evolucionando.
Algo más que fue evolucionando, fue la recuperación de la información, ya que no sólo se empezaron a recuperar por títulos, por autor, por tema, lo que dejo fuera otras variables que no resultaban funcionales para la recuperación de estos registros. Citando el artículo:
“En suma: los objetos documentales existentes, son descriptos según un canon y es posible encontrarlos con los ojos humanos mediante la recorrida manual y material de juegos de fichas intercalados en un catálogo. Así materializados: los viejos listados en forma de rollo o libro dejan paso a ficheros con unidades móviles normalizadas en su tamaño, contenido y estructura.”
Con esta evolución, vino un concepto que ayudó a esta recuperación y a establecer también nuevos parámetros para la organización de estos registros. Sin embargo, en la década de los 60 comienza un proceso de automatización que concebía la idea de un catálogo de fichas en un mecanismo automatizado, creando una representación de las fichas en papel, exactamente iguales y creadas por la máquina. Con esta incorporación a los catálogos, la normativa y lógica eran la pauta, pensando más en el bibliotecario que en el usuario, aunque éste pudiera tener contacto con los catálogos, no tenía tantas intenciones de interacción y recuperación de la información como los OPAC´S de ahora. Uno de los soportes que se utilizaban eran el microfilme y la microficha que conservaban la lógica predominante llevada a otro soporte. Estos registros, esta gran cantidad de datos normalizados crearon nuevos vínculos y caminos que dejan esa lógica que predominaba. Estos nuevos vínculos comenzaron a llegar a más y más usuarios que empezaron a interactuar con ellos.
Los archivos informáticos abrieron otros caminos y mecanismos de acceso a un mayor número de usuarios lo que llevo al nacimiento del Online Public Access Catalogue, lo cual llevo a que se hicieran preguntas de formas de descripción, los usuarios o personas que lo iban a utilizar y cómo se iba a recuperar la información. La operación de recursos se volvía más amigable y accesible, los costos disminuyeron y empieza una vinculación de información con las personas, desde múltiples lugares. Entonces después de cierto tiempo para cumplir con su objetivo de brindar información, según el artículo, se deberá aceptar el desafío de una reconversión técnica, profesional y hasta emocional. Y con esta misión, se buscaba construir catálogos que reunían datos, siguiendo pautas y estándares, la tarea concluía en la creación de un conjunto de registros en un soporte, de aquí surgieron la interfaz que es el medio en dónde el usuario interactúa y la clave de su diseño es que sea intuitivo. No se trata de una herramienta vista por más, se trata de un nuevo vínculo entre la información y el usuario.
Estos nuevos espacios y sus posibilidades de acceso y localización de documentos y fuentes se han multiplicado y sin embargo, el desarrollo de éstas y la formación de los usuarios en el uso de las mismas, no ha avanzado al mismo ritmo.
Según el artículo, los marcos Web, han aportado al crecimiento de los OPAC, llevando al usuario más allá de los límites físicos de la biblioteca, creando una tercera generación de catálogos que se proponen superar las deficiencias de comunicación y adecuación de los catálogos de segunda generación, esto se optimizando la interfaz y asistiendo al usuario.
Aquí es en dónde entran la WEB 2.0, la biblioteca 2.0 y el OPAC 2.0, estos últimos recursos incorporan la filosofía, los recursos y la actitud de la Web. Citando el artículo de nuevo:
“Estamos en presencia de una trasformación que hace a la actitud y a la comprensión del vínculo de los usuarios con la información. Se trata de la visión de la información como derecho y el concepto de conocimiento como construcción colectiva en permanente crecimiento gracias a la interacción.
Esta actitud involucra a los profesionales de la información, a las organizaciones que construyen y difunden conocimiento, a los gobiernos y esencialmente al colectivo social.”
No sólo es un cambio de soportes, es un cambio de mentalidad y este cambio permitió a las disciplinas de la información a enfocarse más en una relación con el usuario y la información, incluyendo a los mediadores que son los profesionales de la información. Este cambio de mentalidad nos acerca al usuario y a quitar los límites físicos, poniendo la información a disposición de todos.
En mi opinión, esta lectura presenta un panorama bastante amplio sobre el futuro de la biblioteca, de los catálogos, incluso de la relación con los usuarios potenciales y no potenciales acelerando mucho que la información esté cerca de las personas y que estás puedan utilizarlas como mejor les pueda servir. Resultan herramientas útiles no sólo para el usuario, también para el bibliotecario ya que agiliza su trabajo y además permite tener un mayor control sobre estos recursos que tiene a su disposición.
Es increíble la cantidad de recursos tecnológicos que existen ahora y lo poco que se aplican a las bibliotecas, quizá por la falta de recursos económicos, quizá por la mentalidad algo cerrada en cuanto a la implementación de estos dispositivos o a la poca difusión de su aplicación en bibliotecas. Entender cómo funcionan estos sistemas resulta importante para el desarrollo de la profesión y de las instituciones bibliotecarias, y ojala con estos artículos y más labores de difusión se puedan mejorar estos recursos y también a crear nuevos y mejores.
BIBLIOGRAFÍA
García de León, Alicia. OPAC´S, caminos y desafíos 2.0: hacia la convergencia de medios y saberes. Cuadernos de Documentación Multimedia, vol. 24, 2013.
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